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No, no es porque tenga prisa: esta es la razón de que algunas personas caminen rápido, según la psicología

por Antonio R.
3 de septiembre de 2025
en Sociedad
La razón de que algunas personas caminen rápido

La razón de que algunas personas caminen rápido

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En ocasiones, cuando vamos caminando, no nos damos cuenta de la velocidad que llevamos. Es tal que podemos dejar a las personas que nos acompañan bastantes metros por detrás. Aunque parezca que no, es algo común y que tiene que ver con la psicología, tiene razones que dicen mucho sobre la personalidad. Según diversos estudios, esto está relacionado con una personalidad activa, decidida y orienta a objetivos. Por tanto, las personas que se mueven a paso ligero tienden a ser enérgicas, extrovertidas y proactivas, además de gustarle ir al grano, aprovechar el tiempo y tiene una necesidad constante de hacer algo.

Otras características de este tipo de personas son:

  • Suelen planificar las cosas, tiene objetivos claros y no pierden el tiempo.
  • En muchos casos, pueden mostrarse impacientes o intolerantes a la lentitud, tanto en ellas mismas como en los demás.

Por tanto, caminar con paso firme y rápido puede transmitir confianza, sobre todo en ambientes laborales o situaciones sociales en las que se quiere mostrar autoridad.

Los aspectos negativos de caminar rápido

Pero no todo es bueno, pues estos estudios también señalan que caminar muy rápido puede ser una manifestación física de ansiedad o de estrés acumulado. Ese apuro constante a veces refleja una mente inquieta, que busca descargar tensión a través del movimiento. Mientras unos mueven una pierna sin parar cuando están nerviosos, otros caminan rápido para liberar esa incomodidad. Otra conclusión que se puede sacar es que está relacionado con la sensación de que no alcanza el tiempo, algo muy frecuente en personas que viven bajo presión, pero tienen una vida muy movida y con muchas responsabilidades.

Otros aspectos negativos que destacan de estas personas que caminan de forma rápida es que puede ser una forma de marcar territorio, de moverse sin interrupciones y mantener el control sobre el tiempo y el espacio propio.

Los posibles vínculos con trastornos psicológicos

Caminar rápido puede formar parte de trastornos como el de la ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o incluso el trastorno bipolar.

En estos contextos, la velocidad al andar no refleja únicamente un estilo de vida acelerado, también una manifestación externa de inquietud interna o impulsividad. Cuando el hábito de caminar deprisa va acompañado de síntomas como el insomnio, irritabilidad, dificultad para concentrarse o conductas repetitivas y compulsivas, puede ser una señal de alarma que indica necesidad de apoyo psicológico profesional.

Un reflejo del estado del cerebro y la mente

La velocidad al caminar ha sido identificada también como un predictor del envejecimiento cognitivo. Según diversos estudios, la personas que caminan más despacio suelen presentar cerebros más pequeños, un adelgazamiento de la corteza cerebral, zona clave para el pensamiento y la memoria, y mayores niveles de sustancia blanca, cambios que están asociados con un envejecimiento cerebral más acelerado.

De acuerdo con Line Rasmussen, investigadora en Psicología y Neurociencia de la Universidad de Duke, “caminar depende de muchos sistemas trabajando juntos. Una marcha más lenta puede reflejar el deterioro general de esas funciones”.

Otros estudios, como el de la Universidad de Pittsburgh, pusieron de relieve que caminar más rápido tiene una probabilidad significativa de vivir durante más tiempo. A esto se unía otra investigación que demostró que aquellos adultos de 45 años que caminaban lentamente presentaban señales de envejecimiento prematuro tanto físico como cognitivo.

Así, Dieli comentó que una disminución en la velocidad de marcha puede indicar afecciones subyacentes como enfermedades crónicas, sedentarismo y pérdida de masa muscular, factores que también inciden en el estado emocional de las personas.

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