La Inteligencia Artificial (IA) está cada vez más presente en nuestro día a día y prueba de ello es que desde hace unos años ha inundado todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida, desde conversaciones con los amigos, posibles estudios a realizar e incluso herramientas para la actividad laboral. El mundo de la conducción no ha sido ajeno y no sólo en cuanto a las producción de vehículos por las grandes marcas. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha comenzado a utilizarla en radares, aunque no para controlar los límites de velocidad establecidos para cada vía.
Lo hacen para controlar el cumplimento de la normativa en la incorporación a las autovías o autopistas, para que nadie se incorpore rebasando la línea continua. El conductor que sea cazado tendrá una multa de 200 euros, sin retirada de puntos del carnet de conducir.
El cumplimento de la normativa
Como todos los conductores saben, y aquellos que no lo son también, la línea continua indica que la misma no puede ser rebasada, salvo en casos que son excepcionales. La misma no está presente sólo en los carriles de circulación de las diferentes carreteras, también las podemos encontrar en los de deceleración y aceleración, en aquellos destinados a las incorporaciones a carreteras, autovías y autopistas.
En este tipo de tramos es donde la DGT desea comenzar a controlar que se cumple con la normativa de tráfico, ya que considera que es muy habitual por parte de los conductores realizar la incorporación a las autovías o autopistas con precipitación, o lo que es lo mismo, rebasando la línea continua. Por ello, ha comenzado a utilizar cuatro radares que están dotados de Inteligencia Artificial y que han sido instalados en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid. En los próximos meses la experiencia se puede trasladar a otras zonas de nuestro país.
Así funcionan estos radares especiales
El sistema de estos dispositivos consta de dos radares que están sincronizados. El primero de ellos está situado al comienzo del carril de aceleración o incorporación, mientras que el segundo se encuentra más adelante. Tanto uno como otro capturan la matrícula de cada vehículo y la Inteligencia Artificial es la que determina cuál de ellos ha aparecido en el carril principal antes de que la línea continua haya terminado.
En caso afirmativo las imágenes son enviadas al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas de la DGT, donde un empleado del mismo comprobará y confirmará si hay infracción. La propia tecnología será la que filtre por sí misma los casos dudosos, pero la última palabra la tendrá el ordenador de la DGT.
La ubicación concreta de los radares
Como se dijo anteriormente, los primeros cuatro radares con Inteligencia Artificial utilizados por la DGT están instalados en la Comunidad de Madrid. Los puntos que se han elegido, en función de la alta densidad de tráfico, son los siguientes:
- En la A-1, kilómetro 15,95 en sentido decreciente, hacia Madrid.
- En la A-2, kilómetro 11,8 en sentido decreciente, hacia Madrid.
- En la A-42, kilómetro 16,9 en sentido decreciente, hacia Madrid.
- En la A-6, kilómetro 20,2 en sentido decreciente, hacia Madrid.
Si un conductor cae en la trampa en cualquiera de estos cuatro radares, la multa será de 200 euros pero no perderá puntos en el carnet de conducir. Diferente es el caso de adelantar el línea continua, ya que esta maniobra es considerada como temeraria y la sanción se puede ir a los 500 euros y la retirada de hasta 6 puntos del carnet.
