En la comunidad de Castilla y León, concretamente en la provincia de Salamanca y en el corazón del Parque Natural de las Batuecas y Sierra de Francia, se asienta un pueblo con un destacado patrimonio, herencia de un pasado real y noble que es visible en la multitud de blasones que adornan las fachadas de algunas de sus viviendas.
Protegido por una muralla que se conserva prácticamente al competo y con un casco antiguo con casas de mampostería y madera, el lugar fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1973. Hablamos de Miranda del Castañar, un lugar que invita a sus visitantes a jugar a ser caballeros o doncellas con un viaje al pasado. A todo ello, después de subir y bajar calles empedradas, empinadas y estrechas, no le falta una exquisita gastronomía con jamones y embutidos ibéricos.
Un destino excepcional
Miranda del Castañar es único, uno de esos pueblos que puede presumir de contar con elementos que le permiten destacar por encima de otros muchos. Estamos ante una villa que, junto con la ciudad de Ávila, es uno de los dos únicos destinos de España que conserva el perímetro original de las murallas que la rodean, algo excepcional según varios arqueólogos.
Este conjunto fortificado sin torres se comenzó a poner en pie en el siglo XII para defender este pueblo. Pese a perder la parte superior en algunas zonas, ya que se utilizó la piedra para otras construcciones, en la actualidad se conserva prácticamente íntegra con más de 600 metros, una altura entre 7 y 10 metros y sus cuatro puertas intactas: la de la Villa o San Benito, Nuestra Señora, la del Postigo y la de San Ginés.
El pasado, protagonista
El Castillo de Miranda de Castañar, que fue construido por orden de los Condes de Miranda en el siglo XIV, cuenta con su propia muralla, torre del homenaje y patio de armas, que en estos días es la Plaza Mayor de la localidad. En ella se celebran el mercadillo y las fiestas y tradiciones más destacadas, donde se concentran sus habitantes para disfrutar de unas fechas especiales para todos ellos.
En cuanto a la Alhóndiga, se trata de un edificio del siglo XVI que funcionaba como granero y en estos momentos acoge al Ayuntamiento y la Oficina de Turismo. Otros edificios que hay que tener en cuenta a la hora de visitar Miranda del Castañar son: la iglesia de Santiago y San Ginés, la torre de las Campanas (construida por los vecinos en 1612 para poder tocas las campanas a su antojo), la Casa del Escribano, una las casas señoriales que mejor se han conservado desde su construcción en el siglo XVII, y la ermita barroca de la Virgen de la Cuesta.
Las rutas para conocer mejor este pueblo
Para descubrir cada uno de los rincones de la villa desde diferentes puntos de vista, la oficina de turismo propone varias rutas urbanas:
- Secretos de Miranda. Con un recorrido en el que se habla de la historia del pueblo y de los cerca de 40 escudos heráldicos que permanecen como testigos de tiempos de gloria.
- Miranda medieval. Hace un repaso exhaustivo de los elementos más representativos de esta época.
- Paseo de Ronda. Durante la misma se descubre la muralla y sus puertas, así como los antiguos pasadizos entre viviendas, entre otras cosas.
Además de sus robustas murallas, se puede disfrutar del bonito entorno natural que rodea la localidad con diferentes rutas senderistas, como el Camino de los Prodigios, un itinerario de 10 kilómetros y un desnivel acumulado de subida de 475 metros que une este municipio con Villanueva del Conde.