Si eres de esas personas que tiene una colección de billetes en casa, quizá puedas llevarte una alegría inesperada. Y es que una pieza centenaria, y escasa, obra de Bartolomé Maura, está acaparando el interés de los coleccionistas por su rareza y su valor histórico. Se trata del billete de 500 pesetas, emitido en 1903, que se ha convertido en uno de los codiciados del coleccionismo numismático. Su precio ha llegado a un máximo de 38.000 euros en pujas, con valores habituales entre 3.000 y 20.000 euros si está bien conservado.
Así es el billete de pesetas y los motivos por los que interesa
Este billete de 500 pesetas es una obra firmada por el grabador Bartolomé Maura, un fragmento tangible de la historia económica anterior al euro. En una de sus caras aparece el dios Mercurio con su casco alado y, en la otra, dos figuras femeninas trabajando, una composición que simboliza la abundancia y que lo convierte en una pieza muy atractiva. Además, su rareza es excepcional: en las casas de subastas apenas se han registrado alrededor de 10 ejemplares. Las señas de identidad más fáciles de recordar son:
- Año de emisión: 1903.
- Autor: Bartolomé Maura.
- Anverso con Mercurio.
- Reverso con dos figuras femeninas.
- Formato: 13 x 21 centímetros con marcas de agua específicas.
¿Cómo saber si se está ante uno de los 10 ejemplares?
El estado de conservación es determinante y explica en buena parte la diferencia de precios. El mercado en el que se ha movido este billete va desde los 3.000 euros hasta los 20.000 euros en ejemplares que han estado bien conservados. En condiciones extraordinarias, su cotización ha alcanzado los 38.000 euros en subasta, una cifra que refleja su combinación de escasez y calidad.
La regla práctica a seguir es bastante clara: dependiendo de la conservación, cuanto mejor sea, mayor será el interés y el precio final. Po tanto, un papel bien preservado, pese a su edad, puede marcar la diferencia respecto a otros con un deterioro visible. A continuación, un resumen orientativo de precios de acuerdo al estado descrito:
- Si está bien conservado puede alcanzar una cifra entre los 3.000 y los 20.000 euros.
- En una condición extraordinaria puede alcanzar hasta los 38.000 euros.
Este comportamiento del mercado es consistente con su rareza: apenas una decena de ejemplares ha pasado por las salas de subastas, lo que presiona al alza las pujas cuando aparece uno con altos estándares de conservación, como pueden ser 40.000 euros.
Datos históricos y artísticos clave
La emisión de 1903 se caracterizó por técnicas innovadoras para su época, diseñadas para dificultar falsificaciones. Bartolomé Maura no sólo fue un grabador, ya que ocupó cargo de Director Artístico de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y gozó de prestigio internacional por sus diseños y grabados monetarios.
En este billete, el de 500 pesetas, su lenguaje artístico mezcla una iconografía clásica con una escena de trabajo femenino, un sello estético que refuerza el valor cultural de esta pieza, más allá del económico.
Una cotización actual justificada
El billete mide 13 x 21 centímetros, es mayor que los de curso actual, y presenta unas marcas de agua específicas que han perdurado a lo largo de 122 años. Aunque alguno de estos ejemplares pueden mostrar signos de desgaste, los mejor conservados disparan su cotización gracias a esa mezcla de tamaño singular, elementos de seguridad y diseño detallista.
Por todo esto, cuando aparece un billete extraordinario, los precios que se pueden pagar en las subastas suben y mucho.
