Eliminar tu perfil de las redes sociales es, a priori, una forma sencilla de desconectar y recuperar la privacidad. Lo único que hay que hacer es ir a Ajustes, pulsar un par de botones y confirmar que se quiere dar ese paso. Pero esto, no es tan fácil que los datos personales desaparezcan. En la mayoría de los casos, no se consigue con el simple hecho de borrar la cuenta. Las compañías, dependiendo del país, pueden almacenar ciertos registros por cuestiones fiscales, investigaciones judiciales o cumplimiento de normativas de seguridad. Además, muchas los siguen utilizando para realizar análisis estadísticos, mejorar algoritmos o entrenar sistemas de inteligencia artificial.
Las plataformas digitales tienen sus propios sistemas y políticas sobre la gestión de la información y conviene conocerlas antes de dar por hecho que todos tus datos desaparecerán de la red.
Hay que tener cuidado con los datos ofrecidos en las redes sociales
Cuando se elimina una cuenta, hay que tener en cuenta varios aspectos. Uno de ellos es entender que no todos los servicios funcionan de la misma manera. En algunas plataformas de redes sociales existe la opción de desactivar temporalmente tu perfil, pero en realidad lo deja en pausa y guarda todos los datos, esperando a que se vuelva a iniciar sesión para reactivarlo.
En otras la supresión es más completa, pero la información no desaparece al instante. Muchas compañías mantienen los datos durante un tiempo determinado, semanas e incluso meses, alegando motivos legales, de seguridad o incluso de mejora de su servicio. Así, aunque el perfil no esté accesible al público, la plataforma todavía conserva toda la información vinculada a tu cuenta.
Otro aspecto importante, aunque se elimine la cuenta, es que lo que se ha compartido no siempre desaparece de forma automática. Los mensajes enviados a otros usuarios, los comentario en publicaciones o el contenido compartido en grupos puede seguir estando disponible porque ya no depende únicamente de ti. Por tanto, tu huella digital puede ser más difícil de borrar por completo. Así, aunque hayas eliminado tu perfil, si otra persona guarda capturas de pantalla, copias o se descarga tus fotos, esas publicaciones seguirán circulando fuera de tu control.
Por obligación legal
Las diferentes plataformas de redes sociales suelen conservar algunos datos por temas legales, están obligados a hacerlo. Dependiendo de la normativa de cada país, pueden almacenar ciertos registros vinculados a cuestiones fiscales, investigaciones judiciales o cumplimiento de normativas de seguridad. Por tanto, incluso después de cerrar la cuenta, la compañía podrá acceder a cierta información de la misma durante un tiempo. Además, en algunos casos, los datos son utilizados de manera anónima para el análisis estadístico, mejorar algoritmos o entrenar sistemas de inteligencia artificial, haciendo que sea todavía más difícil saber dónde va a terminar nuestra información personal.
Las copias de seguridad
Importante también es lo referente a las copias de seguridad. Las grandes tecnológicas suelen hacer respaldos periódicos de todos los datos para protegerse de fallos o ciberataques. Esto quiere decir que tu información puede seguir almacenada en servidores internos después de que haya pasado mucho tiempo desde que se eliminó el perfil. Aunque las copias no están disponibles de forma pública ni deben usarse, la realidad es que se demuestra hasta qué punto resulta casi imposible eliminar la huella digital.
A pesar de todo lo comentado, lo cierto es que, tras borrar tu cuenta, los datos dejan de estar disponibles de forma pública: nadie podrá buscar tu perfil, ver tus fotos o acceder a tus publicaciones. En definitiva, lo que significa eliminar un perfil es que se corta la relación activa con esa plataforma y se elimina de la misma, pero no conlleva que desaparezcan todos los datos personales.
