Con el teletrabajo, aparecieron muchos debates en escena y uno de ellos era el de si una persona es más productiva trabajando en casa o en la oficina. En la actualidad, está más polarizado que nunca. Pero hay otras posibles consecuencias del mismo, como advierten muchos empleados: el trabajar fuera de la oficina repercute de manera negativa en sus posibilidades de ascenso, el distanciamiento físico perjudica su carrera profesional.
No es algo que sólo ven los empleados, también queda reflejado en diferentes estudios, que confirman que el remoto perjudica a los trabajadores frente a ir los que van a las oficinas. La razón es simple y tiene muchos apoyos, tanto por parte de los jefes como de los trabajadores: “Los empleados que no está físicamente cerca de sus jefes (o no viven en la misma ciudad que la sede central) están notando menos oportunidades”. Esto no es consecuencia de que su rendimiento haya bajado, esté por debajo de lo esperado, sino porque “se han vuelto menos visibles”.
Un estudio realizado por la empresa Deel, plataforma global de RR.HH. concluía hace unas emanas que un tercio de los trabajadores en Europa afirman estar preocupados porque el distanciamiento físico está yendo en contra de sus carrera profesional. Así, se han realizado numerosas encuestas a profesionales jóvenes y muchos de ellos apuesta por ir a las oficinas por este mismo asunto.
Los que quieren vivir alejados, los más perjudicados
De acuerdo con este estudio de Deel, muchos trabajadores han reconocido que estarían dispuestos a mudarse más lejos del centro de las ciudades, e incluso a otro país, si esto implicara viviendas más asequibles o poder estar más cerca de la familia.
Al mismo tiempo, diversos profesionales afirman que están viendo que el rendimiento por sí solo no les sirve para dar un paso adelante a nivel profesional dentro de la compañía y que han sido testigos de que sus jefes, de forma consciente o no, tienden a recompensar a las personas que ven con más frecuencia ya que “las conversaciones de oficina se convierte en oportunidades”.
Un ejemplo claro de esto es lo que ocurrió con la empresa Dell, que de manera abierta advirtió a los empleados que quienes no quisieran regresar a la oficina, renunciaban también a sus posibilidades de ascenso dentro de la firma.
Así, según Forbes, todo esto ha ido creando dos tipos de empleados: aquellos que se consideran ascendibles por su cercanía y aquellos que quedan excluidos de las decisiones clave simplemente porque decidieron vivir en otro lugar.
Una vuelta al modelo tradicional
A todo esto, la advertencia que dan los expertos que han realizado este informe es que “las empresas que asumen que todos pueden estar presentes en todo momento no solo malinterpretan a su fuerza laboral, sino que también limitan su alcance”.
Desde Dell creen que con el trabajo remoto e híbrido como norma, “las ideas tradicionales sobre la proximidad a la oficina necesitan una profunda revisión. Ampliar el enfoque de contratación y la cultura laboral es una medida necesaria desde hace tiempo y puede abrir nuevas vías de talento para las organizaciones que enfrentan carencias de habilidades”.
Esta nueva encuesta realizada por Deel revela que los empleados europeos desean cada vez más mudarse lejos de sus lugares de trabajo para vivir más cerca de la naturaleza, reducir sus gastos del día o pasar más tiempo con la familia. Eso sí, esto choca “con lo que muchos jefes quieren, control”. Y es que casi un 60% de los jefes afirman que priorizarían las contrataciones en su propia zona horaria o de los que vivan a una distancia razonable del trabajo.
