Nuevo sobresalto en el sector del transporte. A partir de 2027, poco más de un año y medio, entrará en vigor un renovado Régimen de Comercio de Emisiones de la Unión Europea para este ámbito, además del de la construcción, que supondrá la obligatoriedad de establecer nuevos certificados. Estos, a su vez, encarecerán el precio de los combustibles en las gasolineras al gravar más las emisiones contaminantes de los productos con el objetivo de reducir las emisiones en el viejo continente cubriendo el transporte por carretera y los edificios.
La noticia, que se conoció por una filtración en un portal de comunicación en Alemania, dice que, según los primeros cálculos de la propia Comisión Europa, puede haber un aumento del coste del litro de gasolina y diésel de un 25% de aquí a 2030, lo que afectará claramente a los consumidores.
Las consecuencias de una subida “brutal”
El sector del transporte ya se ha pronunciado y ha advertido de los posibles riesgo de esta nueva medida europea, asegurando, según recogen varios medios, que “hay que para encajar un golpe que desencadenará una subida general de las tarifas y amenaza con generar otra espiral de inflación”.
El nuevo régimen comercial de derechos de emisión extenderá, en opinión de los transportistas, la obligación de comprar en el mercado los derechos para poder emitir gases de efecto invernadero, aplicándose a empresas energéticas, al transporte marítimo, a la aviación comercial, al sector inmobiliario o al transporte por carretera, entre otros. La regulación nace desde Bruselas para acelerar la velocidad en la que Europa deberá reducir las emisiones de efecto invernadero para alcanzar los objetivos previsto y acordados para 2030.
Carmelo Gómez, presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), asegura que el impacto que tendrá sobre los costes de los transportistas será “brutal”, algo que también ha asegurado el Banco de España.
Una subida de hasta 45 céntimos por litro
En la práctica, esta nueva obligación de compra de derechos por las emisiones de gases contaminantes de los edificios y del transporte, a la que tendrán que hacer frente los distribuidores contaminantes (energéticas y estaciones de servicio), será encarecer y mucho el precio del combustible para el hogar y la automoción, también para usos particulares, con un efecto similar al que tendría una subida de impuestos al combustible, según las informaciones publicadas.
Desde el sector del transporte se calcula que, si nadie lo evita, la entrada en vigor de este nuevo régimen en 2027 se traducirá en una subida de entre 25 y 45 céntimos por litro de combustible en España. Un gasto que impactará de forma general en los conductores particulares, los agricultores, el transporte de viajeros y, sobre todo, en el de mercancías.
¿El combustible E20 es la solución?
Con esta situación, la Comisión Europea recomienda acelerar ya la transición a la movilidad eléctrica, mientras que por parte de las asociaciones de automovilistas europeos aconsejan promocionar más y mejor el nuevo combustible E20, que en 2027 tendrá un precio más competitivo al no sufrir el aumento de tarifas CO2, a diferencia de lo que pasará con el diésel y la gasolina tradicional.
Con un 20% de bioetanol, que no estará sujeto a un aumento de precios, este carburante más ecológico podría ofrecerse a un precio inferior incluso en un plazo de cinco años al de la gasolina premium convencional o al E10. Además, promete reducir en torno a un 16% la huella de gases de efecto invernadero y hasta un 40% con mezclas avanzadas.
Para su introducción, los expertos aseguran que todavía se necesitan importantes ajustes en la normativa.