El precio de la luz es uno de los temas protagonistas en el día a día por su elevado coste. Hay que tener cuidado con los electrodomésticos que tenemos activos y tomar todas las medidas posibles para ahorrar lo máximo. Quizá, una de las cosas que no sabemos es que el router es uno de los problemas que genera las facturas altas. Según Miguel Torres, electricista con una dilatada experiencia, este aparato al que no prestamos tanta atención es determinante: “Te quejas del precio de la luz, pero el router te está robando 120 euros al año mientras duermes”.
La mayoría de las personas nunca apaga este dispositivo, asumiendo que su consumo es mínimo. Y esto es un error, pues como asegura Miguel se paga muy caro. Por ello, advierte de la necesidad de tenerlo activado las 24 horas de los siete días de la semana.
El consumo que nunca descansa
Estamos ante el consumo fantasma, esa energía que se derrocha sin que se esté utilizando de forma activa ningún aparato. Mientras que otros dispositivos entran en modo espera, el router sigue trabajando a pleno rendimiento para mantener la señal WiFi activa, convirtiéndose en un gasto constante y silencioso. Este goteo energético, pequeño pero incesante, es precisamente lo que convierte en uno de los peores enemigo del ahorro en el hogar.
A diferencia de otros dispositivos, el router nunca para y por ello se considera uno de los principales responsables del gasto acumulado en standby, ya que su actividad es permanente e ininterrumpida.
La comodidad pasa factura
La clave, de acuerdo a lo que nos dice un experimentado Miguel, no está en la tecnología y sí en los hábitos. La inmediatez que buscamos en todo momento nos sale muy cara: “Queremos tener wifi en el móvil nada más abrir un ojo por la mañana” y ese es el motivo por el que nunca apagamos el router. Pero si lo pensamos, la comodidad de no esperar un minuto a que el dispositivo se reinicie nos cuesta mucho dinero al cabo del año, la pereza sale cara.
Mientras que apagamos todas las luces de las habitaciones en las que no estamos, se ignora el router y sus consecuencias en la factura. La realidad es que este mal hábito convierte un gasto energético mínimo en un problema económico notable.
El impacto real del router en la factura
Para entender el coste real que tiene no hay que ser un experto. Un router moderno consume una media entre 8 y 15 vatios por hora y esto, aunque parezca algo irrisorio, tiene su importancia cuando está operativo las 24 horas del día. Al cabo del año se traduce en casi 90 kWh al año y eso ya es una cantidad importante a pagar después de 365 días.
El truco de los 10 segundos
La solución es tan sencilla que parece mentira que no la llevemos a cabo. No se necesitan complejos sistemas de domótica ni ser un experto en tecnología. El gesto es tan simple como pulsar el botón de apagado de tu router por la noche y volver a encenderlo por la mañana. Son apenas 10 segundos y la diferencia puede ser de entre 30 y 60 euros en la factura.
Aunque muchas personas creen que apagar y encender el aparato a diario puede ocasionarle daños, es un mito completamente falso. Los equipos de red están diseñados para soportar ciclos de encendido sin problemas. Para Miguel, “es como decir que apagar la luz desgasta el interruptor”. El único inconveniente es que hay que esperar un par de minutos a que se restablezca la conexión.
