El uso de Discord se ha convertido en algo rutinario para millones de adolescentes, un refugio en el ámbito digital en el que socializan, juegan o comparte sus vidas lejos de las miradas de los adultos. Esto que puede parecer una simple forma de entretenimiento, puede conllevar peligros importantes respecto a la privacidad del menor y de la familia.
Porque puede que al otro lado, hablando con tu hijo, no esté otra persona y sí una máquina con Inteligencia Artificial que está programada para extraer información sensible: miedos, rutinas, nombres de amigos o problemas familiares, entre otros. Detrás pueden estar desde agencias de publicidad a redes de suplantación de identidad o grupos organizados que buscan objetivos para futuros fraudes.
¿Amigo o algoritmo?
Estos sistemas de Inteligencia Artificial a menudo se camuflan como simples usuarios de los servidores de la plataforma y son cada vez más sofisticados. Han sido preparados para entender y replicar emociones humanas, los chistes, las inseguridades y los anhelos de los más jóvenes. No es un simple chatbot con respuestas predefinidas, hablamos de algoritmos complejos que están diseñados para imitar el lenguaje y los intereses de los niños, ganándose su confianza mientras su verdadero objetivo es recopilar cada dato que se comparte. Para un menor, es casi imposible detectarlo.
La vulnerabilidad de los adolescentes en comunidades online es el caldo de cultivo perfecto para estas amenazas. La necesidad de pertenencia y validación social es muy potente. Así, un joven que se siente incomprendido en casa o en el colegio puede encontrar en Discord un oasis de aceptación. Es en ese momento en el que bajan la guardia y lo que les hace compartir, con un desconocido, detalles de su vida privada sin tener en cuenta el peligro real al que se exponen al confesar sus miedos, rutinas, nombres de sus allegados y problemas familiares incluso.
El millonario negocio de los datos
Muchos son los que se preguntan por el interés que puede tener la información sobre la vida de un adolescente, pero la respuesta es clara: vale mucho dinero. Los datos recopilados, que van desde gustos musicales hasta el colegio al que asisten, se guardan y se venden. Y estos paquetes de información los pueden comprar empresas de publicidad, redes de suplantación de identidad o grupos organizados que buscan objetivos para futuros fraudes. En el popular chat de voz, esta información personal se convierte en una mercancía muy valiosa, ya que se vende al mejor postor en mercados clandestinos. Es un negocio silencioso y masivo.
El peligro también puede llegar a casa, puesto que se puede dar información sobre los horarios de la familia, la profesión de los padres o si planean irse de vacaciones, una información que un delincuente puede usar de múltiples formas.
Por tanto, utilizar esta herramienta social sin precaución puede exponer a toda la familia, porque los ciberdelincuentes pueden construir un perfil detallado de la unidad familiar, lo que abre la puerta estafas de suplantación de identidad e incluso a riesgos físicos.
¿Cómo se puede detectar problemas en Discord?
Saber que un hijo está siendo víctima de este tipo de engaño en Discord requiere de observación y una comunicación fluida con él. Uno de los primeros síntomas suele verse con el cambio de comportamiento, pues se vuelve más introvertido, irritable y protector con sus dispositivos. Otra señal es cuando las conversaciones con el supuesto amigo toman un cariz extraño, empiezan las preguntas personales sobre la situación económica de la familia, los sistemas de seguridad de casa o pedir fotos y vídeos personales con cualquier excusa.
Es fundamental que los padres estén atentos a estas señales y fomenten un clima de confianza para que los hijos se atrevan a contarles si algo les incomoda.
