La flexibilidad a la hora del trabajo ha cambiado la forma en la que tendemos la satisfacción profesional y el bienestar personal. Así, un proyecto llevado a cabo por la Universidad del Sur de Australiana, que se hizo antes de la pandemia y siguió durante cuatro años, determina que trabajar desde casa impulsa de forma clara la felicidad de los empleados y altera, para su bien, su relación con la vida laboral. Entre los motivos: menos estrés, más descanso, mejores en la alimentación, las relaciones familiares fortalecidas y una mayor productividad.
La apuesta del teletrabajo se relaciona con mejores claras en la salud laboral. De acuerdo con las conclusiones del estadio australiano, uno de los efectos que más se nota es el incremento de las horas de sueño. Esto es debido, entre otros motivos, a la desaparición de los desplazamientos. Si se lleva a un trabajador, este ahorro se transforma en unas cinco horas a la semana, lo que reduce la fatiga. Al disminuir esa carga, baja la ansiedad y el descanso gana en calidad, tenemos menos estrés al empezar el día, ritmo de sueños más naturales y una recuperación más eficaz.
Cambios importantes en la vida diaria
El ahorro de tiempo no queda sólo en el reloj, hay modificaciones en el día a día. Otras investigaciones realizadas en nuestro país apuntan a que el teletrabajo puede liberar hasta 10 días de tiempo personal al año. Es decir, que podríamos tener 10 días más de vacaciones o de tiempo libre. Un tiempo que se reparte entre descanso, ocio y hábitos saludables.
El teletrabajo, según los estudios, también mejora la alimentación. Al principio existía el temor a picar más al tener la cocina cerca, pero la planificación gana terreno ya que aumenta la preparación de comidas en casa y la elección de productos frescos como frutas, verduras y lácteos. Además, la posibilidad de integrar pequeñas tareas domésticas en los descansos laborales ayuda a ordenar el día y reduce la carga acumulada al final.
Muy importante es el refuerzo de las relaciones familiares. Padres y madres declaran que al tener más tiempo libre pueden dedicárselo a los hijos o parejas. El estar disponible en momentos cotidianos (entradas y salidas del colegio, médicos y otras gestiones) sin renunciar a las responsabilidades profesionales mejora el clima familiar y reduce tensiones.
Mayor productividad desde casa
Una de las grandes preguntas que hay en el entorno laboral es si la productividad aumenta o se reduce. Según la investigación realizada en Australia, el desempeño se mantiene e incluso mejora al trabajar desde casa. La clave, según el estudio, está en los objetivos que deben ser claros para cumplirlos, así como tener esa autonomía.
Eso sí, el estudio deja claro que hay que matizar entre el teletrabajo impuesto y el elegido. Durante el confinamiento, el contexto y la obligación dañaron el bienestar. Cuando es opcional y la empresa lo respalda, sube la satisfacción y por tanto mejora el rendimiento.
No todo es perfecto
El teletrabajo presenta todavía algunas que cosas que se deben tener en cuenta, como son la cohesión del grupo y la creatividad espontánea, que se alimentan en el contacto cara a cara. Por ello, son necesarias herramientas digitales y procesos de equipos que ayuden a mantener o incluso elevar la eficacia conjunta.
Otro dato importante se refiere al entorno que hay en casa. La zona de trabajo debe contar con un puesto ergonómico, buena iluminación y pocas distracciones, para favorecer la concentración y evitar dolencias musculares. Por esta razón, una inversión en equipamiento se traduce en más productividad y mejor salud.
