Galicia es uno de los lugares de España en los que es más fácil encontrar ‘reliquias’ automovilísticas de la firma. No hay que escarbar mucho, como demuestra el hecho de que la alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín, utiliza un coche modelo Xantia V6 que en otras ciudades de España sería imposible utilizar por las restricciones medioambientales, pues el vehículo no tiene porta ninguna etiqueta. Pero este uso se acabará tras 25 años, pues la alcaldía va a renovar la flota de coches oficiales y cambiará a un Renault Megane E-Tech, eléctrico que llegó al mercado español a finales de 2021.
El modelo Xantia apareció en un momento clave para Citroën, pues a principios de los años 90 la marca estaba en una situación bastante complicada. La década de los 70 fue desastrosa y la firma acabó siendo rescatada por Peugeot y en los 80 dio un paso adelante gracias, en gran medida, al exitoso Citroën BX. Fue a finales de los 80 cuando este modelo comenzó a flaquear y era necesario buscarle un nuevo reemplazo. Además, las marcas rivales preparaban coches interesantes como el Ford Mondeo o el Renault Laguna, por lo que desde Citroën se tenían que hacer muy bien las cosas para no quedar en un segundo plano. Por suerte para ellos, lo consiguieron.
Xantia, el antes y el después de este coche
En el año 1993 se presentó el Citroën Xantia, una berlina diseñada por Bertone de 4,44 metros de largo que abandonaba los diseños rupturistas que habían caracterizado a la firma francesa desde entonces. Este nuevo modelo marcó un punto de inflexión que se reflejó también en el cambio de estrategia en la denominación.
La gama de motores del Xantia V6 era muy fiable y robusta, aunque sin grandes innovaciones tecnológicas. Contaba con mecánicas atmosféricas de gasolina y diésel de 1.6, 1.8, 2.0 y 1.9 litros respectivamente y potencias entre 101 y 122 CV y 71 CV en el caso del 1.9 diésel. Este mismo motor también contó con una versión turbodiésel de 92 CV.
Más adelante apareció un 2.0 16 válvulas con 152 CV y un 2.0 turbo con 147 CV que mejoraba de forma sustancial la entrega de par en bajas. La opción tope de gama era un V6 3.0 24 válvulas atmosférico con 190 CV. Ya en 1995 se conoció el Xantia Activa y una versión mejorada del 1.9 TD, con 90 CV, y un nuevo 2.1 TD con 109 CV, sustituido en 1999 por el mítico 2.0 HDI, también con 109 CV.
Lo destacable del Xantia
Entre las virtudes del Xantia estaba su elevado confort en carretera gracias a su eje trasero direccional, que giraban las ruedas hasta los tres grados, y las suspensiones. Las versiones básicas equipaban el sistema HN, similar al del BX, que permitía ajustar la altura del coche en tres posiciones: carretera, fuera de carretera y grandes obstáculos.
En cuanto a las versiones más potentes y equipadas, estas incluían la suspensión Hidroactiva II del XM, pero mejorada en su gestión electrónica. Tenía una tercera esfera por cada eje que podía varia automáticamente la cantidad de gas que sujetaba la carrocería. Cuanto mayor era la cantidad de gas, mayor era la capacidad de filtrado y también la inclinación de la carrocería.
El resultado era una berlina que proporcionaba una agilidad asombrosa en los pasos por curva, así como una gran estabilidad que era capaz de superar la de deportivos como Porsche o McLaren.
En cuanto al coche oficial de la alcaldesa, poco le queda a los ciudadanos de Santiago de ver por sus calles este Citroën Xantia ya que en las próximas fechas pondrá fin a su actividad después de 25 años de servicio.
