Se acabaron las prórrogas. Si un giro de acontecimientos no cambia el escenario a última hora, el 1 de enero de 2026 tendrán prohibido circular por el término municipal de Madrid nada menos que 300.000 coches, cifra que equivale al 15% del parque móvil de la capital. La medida no es nueva, o no desconocida, ya que así lo indica desde hace años la normativa. No habrá otra solución que cambiar de coche o dejarlo aparcado en el garaje sin poder circular con ellos. Serán 300.000 los coches que, al carecer de una etiqueta ambiental, tendrán vetado el tráfico por parte del Ayuntamiento de Madrid.
Desde que la Unión Europea instase a las grandes ciudades del continente a reducir la contaminación a través de la creación de Zonas de Bajas Emisiones, tiempo han tenido los propietarios de los coches más antiguos de tratar de adecuarse a las normas restrictivas que han implementado estas capitales, tales como Barcelona o Madrid, en la que, pese a ciertos vaivenes por parte del Consistorio que preside José Luis Martínez-Almeida, no habrá vuelta atrás: desde el 1 de enero, la Zona de Bajas Emisiones se extenderá por todo el perímetro urbano madrileño.
Madrid Central y Madrid 360
Esta medida ‘echará’ de la capital a todos los coches de gasolina matriculados antes de enero de 2001 (Euro 3) y a los de combustible diésel matriculados antes de 2006 (Euro 4), independientemente de dónde sus propietarios estén empadronados; de si están o no dentro del término municipal de Madrid. No habrá concesiones por ser vecinos: todo aquel que tenga uno de esos 300.000 coches se quedará fuera del tráfico rodado si no se ha hecho con otra alternativa, algo para lo que se dirá que tiempo han tenido, puesto que, además de conocerse de antes, este periodo que se agota es la prórroga por la que se optó hace un año, cuando el Ayuntamiento optó por dar doce meses de margen a todos los afectados aplazando la entrada en vigor de la restrictiva norma.
Antes y después de este aplazamiento ha habido innumerables críticas, sobre todo de aquellas personas que no tienen los recursos económicos suficientes como para cambiar su coche por uno que sí cumpla las normas. Sin embargo, por el momento el Ayuntamiento de Madrid se mantiene inflexible, al tiempo que avanza en otra serie de reglamentaciones relativas al tráfico. Así, desde hace años Madrid Central se ha convertido en un espacio de acceso restringido al que posteriormente le ha acompañado Madrid 360, impidiendo que pudieran pasar por las zonas más céntricas los coches con etiquetas B y C y permitiéndoselo solo a los que tienen la ECO y la CERO.
Ampliación de las restricciones
A las anteriores restricciones se le añadió en este 2025 que empieza a tocar a su fin otra, y es que los coches que carecen de etiqueta alguna no podían circular por la M-30 y, en consecuencia, dentro de sus límites. En 2026, las prohibiciones serán mayores al ampliarse a toda la ciudad, so pena de una multa de 200 euros -que no acarreará, eso sí, retirada de puntos en el carnet de conducir- y la posibilidad de que el vehículo sea inmovilizado o incluso retirado al propietario (que es, en definitiva, quien sufre la restricción; no así la entidad gubernamental, se llame Ayuntamiento de Madrid o como se llame).
Y aunque ciertamente otros municipios de los alrededores no han adoptado el ejemplo de Madrid capital aún, lo cierto es que España cuenta ya con 149 Zonas de Bajas Emisiones con arreglo a la petición de Bruselas, que elevó esta demanda a todas las ciudades que superan los 50.000 habitantes. Algunas, en cualquier caso, tendrán que andarse con cuidado: solo unas 30 están cumpliendo la normativa, de manera que la Comisión Europea podría sancionarles…