La pensión por Incapacidad permanente, prestación de la Seguridad Social, es clave para aquellos cuya capacidad laboral se ve mermada por enfermedades o accidentes.
La Seguridad Social, guardiana de estas prestaciones, no ha publicado una lista oficial que delimite las enfermedades elegibles. Sin embargo, detrás de los bastidores, se cierne una serie de condiciones médicas que podrían dar derecho a esta pensión.
Entre ellas se cuentan desde padecimientos físicos hasta trastornos mentales, cubriendo un amplio espectro de condiciones de salud que afectan la vida diaria y laboral de quienes las sufren.
Acceder a incapacidad permanente
Antes de adentrarse en el mundo de las enfermedades que podrían desencadenar esta prestación vital, es crucial entender el camino hacia ella. Para solicitar la pensión por incapacidad permanente, se deben cumplir una serie de requisitos meticulosamente establecidos por la Seguridad Social.
- El solicitante debe tener entre 18 y 56 años
- Residir en España durante al menos cinco años.
- Contar con un grado de discapacidad igual o superior al 65%,.
- No haber alcanzado la edad de jubilación.
- Límite de ingresos anuales que no debe ser superado para optar a la pensión.
Una vez que se cumplen estos criterios, el proceso de solicitud comienza ante el Tribunal Médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Las cuantías de la pensión por incapacidad permanente varían según el grado de incapacidad: parcial, total, absoluta o de Gran Invalidez. La base reguladora, determinada por la Seguridad Social, es el punto de partida para calcular el monto de la pensión.
Para las incapacidades parciales, la cuantía es igual a 24 mensualidades de la base reguladora utilizada para calcular el subsidio de incapacidad temporal. En casos de incapacidad total, se aplica un porcentaje sobre esta base. Este porcentaje puede aumentar después de los 55 años si existen dificultades para conseguir empleo en otra actividad. La incapacidad absoluta otorga el 100% de la base reguladora, mientras que la Gran Invalidez añade un complemento a esta cantidad.
Enfermedades para la incapacidad permanente
Lo importante para la incapacidad permanente es qué enfermedades pueden desencadenaren la prestación y, por ende, la pensión que la acompaña. La ausencia de una lista oficial por parte de la Seguridad Social deja un vacío que algunos colectivos han intentado llenar con sus propias recopilaciones.
Desde condiciones neurológicas como la Esclerosis Múltiple y el Parkinson, hasta enfermedades crónicas como la Diabetes y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), pasando por trastornos mentales como la Depresión y la Esquizofrenia, la lista es amplia y diversa. Cada una de estas enfermedades impacta de manera única en la vida y el trabajo de quienes las padecen, imponiendo desafíos que a menudo requieren apoyo económico y social.
Esta es la lista completa de las enfermedades que deberían dar acceso a recibir una pensión por incapacidad permanente, siempre y cuando sean validadas por el Tribunal Médico y aceptadas por la Seguridad Social, que siempre tendrá la última palabra.
- Agorafobia
- Albinismo
- Alzheimer
- Aneurisma
- Aniridia
- Artritis Reumatoide
- Artritis Psoriástica
- Artrosis
- Ataxia
- Cáncer
- Cardiopatías
- Colitis ulcerosa
- Condromalacia rotuliana
- Depresión
- Demencia
- Desprendimiento de la retina
- Distrofia de conos y bastones
- Distimia
- Diabetes
- Enfermedades hepáticas
- Enfermedad de Crohn
- Enfermedad de Behçet
- Enfermedades renales
- Epilepsia
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
- Esclerosis Múltiple
- Espondilitis anquilosante
- Espondiliosis degenerativa
- Esquizofrenia
- Estenosis foraminal
- Fibrosis quística
- Fribromialgia
- Fibrilación auricular
- Glaucoma
- Hernia discal
- Hipertensión pulmonar
- Ictus
- Insuficiencia renal crónica
- Infarto agudo de miocardio
- Lesión medular
- Lumbalgia
- Lupus
- Migrañas
- Miopía magna
- Maculopatía
- Narcolepsia
- Neuropatía
- Neuropatía cubital
- Párkinson
- Pancreatitis
- Patologías de pies y manos
- Postpolio
- Radiculopatía lumbar
- Retinopatía diabética
- Retinosis pigmentaria
- Rizartrosis
- Síndrome de Ménière
- Síndrome de Raynaud
- Síndrome de Sjögren
- Síndrome de Tourette
- Síndrome de Südeck
- Síndrome del túnel carpiano
- Síndrome subacromial
- Silicosis
- Siringomielia y Arnold Chiari
- Stargardt
- Trasplante de riñón
- Trastorno adaptativo mixto
- Trastorno bipolar
- Trastorno de ansiedad
- Trastorno de estrés postraumático