Se acerca 2026 y, como con cada año nuevo que viene, entre las listas de augurios que se hacen están las de Baba Vanga, una vidente búlgara fallecida hace tres décadas a la que se le reconoce la capacidad de anticipar diferentes hechos históricos -sí, como ‘Los Simpson’– que han marcado el curso de la humanidad. De cara a este próximo año que se aproxima, las elucubraciones, con base en sus profecías, se disparan. Más aún, después del hallazgo del 3I/ATLAS, que si ya de por sí ha generado alarmismo en parte de la comunidad científica, entra de lleno en la lista de cosas que Baba Vanga pareció augurar, como algunas innovaciones tecnológicas, por ejemplo, en el campo de la salud y relacionadas con la Inteligencia Artificial.
Empezando por lo que tiene que ver con el objeto interestelar, del que tanto se ha hablado en los últimos meses después de percibir los astrónomos comportamientos y características inusuales, puede afirmarse que, siguiendo los designios de Baba Vanga, la humanidad puede estar cerca de su primer contacto con una civilización de otro planeta. Concretamente, según sus visiones, en noviembre de 2026 «una nueva luz en el cielo aparecerá durante un gran evento deportivo y la gente de todo el mundo la verá». Ciertamente, esta afirmación de la vidente puede no ir más allá de esa luz, aunque, según sus seguidores, la premisa estaría relacionada con la llegada de una nave espacial a nuestro planeta (algo con lo que, por otra parte, relacionan algunos científicos al 3I/ATLAS).
Baba Vanga y los eventos climáticos extremos
No, Baba Vanga no era de esas personas que, con la edad, aventuraban la llegada de la lluvia porque le dolían las articulaciones (o no ha trascendido). Sin embargo, entre sus profecías para este 2026 se encontraban fenómenos climáticos extremos como algunos que ya se han producido, tales como las olas de calor que asolaron Europa en verano, como los incendios tan tremendos que devastaron países como Canadá o Australia o terremotos como los que han acontecido en Asia. Este tipo de eventos climáticos podría llegar a alcanzar una superficie importante del planeta, según indican los seguidores de la vidente, y manifestarse en forma de erupciones volcánicas o de otros eventos que pueden arrasar con aquellas zonas en las que se sucedan.
Ciertamente, como puede suceder con otros profetas como Nostradamus, uno puede leer lo anterior y pensar «pues vaya una vidente». No obstante, hay que recordar, por un lado, que Baba Vanga falleció en 1996, mucho antes de poder aventurar unos cambios tan drásticos en el clima de todo el mundo, y, por otro (aunque aquí a los descreídos se les concede la libertad de creer o no), en su día se le reconocieron aciertos a la hora de prever la muerte de Lady Di, los atentados de las Torres Gemelas del 11-S o el hundimiento del submarino ruso Kursk. Bien es verdad, dicen sus detractores que sus visiones eran demasiado generales, como esta última; no hablaba de personas o lugares en concreto, sino que esto ha sido interpretado.
Desde guerras hasta avances médicos
En esta última línea, por ejemplo, los seguidores de Baba Vanga interpretan que la vidente predijo un aumento en la escala de tensiones diplomáticas en el mundo en este 2026, que seguiría con lo acontecido estos últimos años, en los que se han producido diferentes guerras e invasiones en lugares como Gaza o Ucrania. De hecho, van incluso más allá y creen que esos recientes conflictos acontecidos en el mundo pueden llegar a convertirse en un enfrentamiento global que podría desencadenarse en los próximos doce meses, en lo que podría ser el principio del fin de la humanidad (aunque Baba Vanga lanzó predicciones para unos cuantos siglos más…).
Pero no todo es destrucción y desastre. Así, en el campo de la medicina Baba Vanga predijo que se producirían avances significativos, presuntamente relacionados con el uso de la inteligencia artificial. Cabe recordar que, en honor a la verdad, en este 2026 se espera que la ciencia continúe avanzando en la modificación genética de órganos que puedan ser trasplantados o en la capacidad de detectar múltiples tipos de cáncer gracias a análisis de sangre.