El sistema de la Seguridad Social ofrece una protección para aquellos trabajadores que ven reducida su capacidad laboral debido a una enfermedad o accidente. Esta ayuda se materializa en la pensión de incapacidad permanente, diseñada para compensar la pérdida de ingresos ocasionada por la imposibilidad de trabajar.
Sin embargo, una pregunta común entre los beneficiarios es si es posible cobrar esta pensión junto con el subsidio por desempleo, también conocido como paro. La respuesta es sí, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos.
La pensión de incapacidad permanente se clasifica en cuatro grados, dependiendo de la gravedad de la afección:
- Incapacidad permanente parcial: Supone una disminución no menor del 33% en el rendimiento normal para la profesión habitual, pero que no impide la realización de las tareas fundamentales de dicha profesión.
- Incapacidad permanente total: Inhabilita al trabajador para la realización de todas las tareas de su profesión habitual, pero le permite dedicarse a otra diferente.
- Incapacidad permanente absoluta: Inhabilita al trabajador para toda profesión u oficio.
- Gran invalidez: Necesidad de la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida.
Compatibilizar la incapacidad permanente con el paro
Es posible ser beneficiario tanto de la pensión de incapacidad permanente como del subsidio por desempleo, siempre que se mantengan ciertas condiciones. Es fundamental estar inscrito en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) como demandante de empleo. La Seguridad Social y el SEPE especifican que aquellos que pierdan o se les suspenda un trabajo compatible con su situación de pensionista tienen derecho a percibir la prestación o subsidio por desempleo que les corresponda, además de la pensión de incapacidad.
Para mantener la compatibilidad y asegurar el acceso a ambas prestaciones, es crucial mantener la inscripción actualizada en el registro de desempleo. Este proceso, conocido como “sellar el paro”, asegura que el solicitante permanezca en una “situación asimilada de alta” en el sistema de la Seguridad Social, lo cual es un requisito indispensable para acceder a la pensión de incapacidad.
Para poder percibir simultáneamente la pensión de incapacidad permanente y el subsidio por desempleo, se deben cumplir los siguientes requisitos:
- Cotización mínima: Haber cotizado al menos 360 días durante los seis años anteriores a la solicitud.
- Inscripción y renovación: Estar inscrito como demandante de empleo y renovar la inscripción cada cuatro meses.
- Situación legal de desempleo: Estar en situación legal de desempleo y demostrar una búsqueda activa de empleo.
- Restricciones laborales: No haber realizado ningún trabajo como autónomo o por cuenta ajena a tiempo completo.
- Edad de Jubilación: No haber alcanzado la edad ordinaria de jubilación, ya que en dicho caso se puede acceder directamente a la pensión correspondiente.
Cómo solicitar ambas prestaciones
Para aquellos que cumplan los requisitos mencionados y hayan cotizado por desempleo durante 360 días o más, el acceso a ambas prestaciones es viable. El proceso de solicitud implica:
- Registro y renovación en el SEPE: Mantener la inscripción activa como demandante de empleo, renovándola periódicamente.
- Solicitud de la pensión: Presentar la solicitud de incapacidad permanente ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
- Documentación: Asegurarse de proporcionar toda la documentación requerida, como certificados médicos y registros de cotización.
Es importante subrayar que el cumplimiento riguroso de estos requisitos es indispensable para la compatibilidad de ambas prestaciones. La Seguridad Social y el SEPE son estrictos en la verificación de estos parámetros para evitar fraudes y asegurar que las ayudas lleguen a quienes realmente las necesitan.
Por tanto, es posible cobrar simultáneamente la pensión de incapacidad permanente y el subsidio por desempleo en España, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos por la Seguridad Social y el SEPE. Mantener actualizada la inscripción como demandante de empleo y cumplir con los criterios de cotización y búsqueda activa de trabajo son pasos fundamentales para acceder a estas prestaciones de manera conjunta. Este sistema de protección social busca proporcionar un soporte integral a los trabajadores que han visto mermada su capacidad laboral, asegurando así una calidad de vida digna.