Una jornada laboral de ocho horas se puede convertir en un desafío para el bienestar y la productividad de los trabajadores, con sus posteriores consecuencias tanto para la empresa como para el profesional. El cansancio, la monotonía y la falta de motivación son factores, entre otros, que conllevan una reducción del rendimiento y además afectan a la salud física y mental del trabajador.
Por eso, en este contexto, los descansos durante el día de trabajo adquieren una gran importancia. Y no sólo para el beneficio del trabajador, que logra recargar energías y mantener la concentración adecuada para realizar sus tareas, sino que se traducen en mejoras para las empresas, que garantizan un mayor rendimiento y una menor tasa de accidentes laborales.
Es necesario saber qué dice exactamente el Estatuto de los Trabajadores acerca del descanso durante la jornada laboral, qué tiempo de desconexión corresponde según las horas de trabajo. A continuación se desglosan algunas claves que deben conocer los trabajadores, porque son derechos que ellos tienen.
Un derecho fundamental
Está recogido en el Estatuto de los Trabajadores, concretamente en el artículo 34, que el derecho de los empleados a disfrutar de descansos durante el desarrollo de su jornada laboral. Este artículo, que regula el tiempo de trabajo, determina los descansos mínimos a los que tienen derecho los empleados, buscando así proteger su salud y bienestar. Estas pausas durante el trabajo son pueden ser consideradas como un capricho del trabajador y sí como un derecho fundamental que ayuda a mejorar su rendimiento, reducir el estrés y garantizar un ambiente laboral más seguro y productivo.
Descansos para menores de edad
En el Estatuto se refleja, de manera especial, una protección para los trabajadores menores de edad, los que están entre los 16 y los 18 años. si su jornada es de al menos cuatro horas y media al día, tienen derecho a un descanso de al menos 30 minutos. Con esta media se pretender garantizar que estos jóvenes trabajadores, dentro de una etapa de formación dentro del mismo, dispongan del tiempo necesario para descansar y recuperarse durante su jornada laboral. Además, gozarán de un derecho a descanso semanal mínimo de dos días.
Jornadas superiores a seis horas
Para los empleados que tengan esta característica en su trabajo el Estatuto establece el derecho a un descanso no inferior a un cuarto de hora. Este tiempo de pausa se considera, como en casos anteriores, fundamental para renovar la energía y ser constante en la concentración, especialmente en trabajos en los que es clave un esfuerzo mental o físico considerable. El descanso se considera tiempo efectivo de trabajo, por lo que no se puede desconectar de la jornada laboral.
15 o 30 minutos de descanso
En el caso de las jornadas de ocho horas, hay dos opciones para el trabajador en cuanto al descanso. Este puede dividirse en dos pausas de 15 minutos cada una o una sola de media hora. La elección dependerá de lo que considere mejor para él un trabajador, pero se deberá tener en cuenta las condiciones y la organización de trabajado de cada empresa. Lo importante es que el profesional disponga del tiempo necesario para recuperarse y regresar a la actividad con energías renovadas.
El límite de la jornada laboral
En el Estatuto de los Trabajadores se establece un límite máximo de 9 horas diarias para la jornada. Con esta limitación en el tiempo se pretende proteger la salud y el bienestar de los trabajadores, evitando jornadas excesivamente largas que provocan fatigas y estrés.
12 horas entre jornadas
Además de los descansos durante la jornada laboral, en el Estatuto se recoge la necesidad de un descanso mínimo de 12 horas entre el final de una jornada y el arranque de la siguiente.
Descanso semanal
Todo trabajador tiene derecho a un descanso semanal mínimo de un día y medio, que puede acumularse en periodos de 14 días.
