El aceite de oliva es un elemento clave en mucha dietas y por ello está presente en prácticamente todas las comidas cotidianas. Es un elemento esencial en la dieta mediterránea, pero en los últimos tiempos está experimentando un notable aumento en el precio. Esto ha hecho que, según la información de la Agencia EFE, el consumo de aceite de oliva haya disminuido hasta en un 20% en el transcurso del año por su elevado coste.
Una consecuencia directa ha sido el protagonismo ganado por otras alternativas, como por ejemplo el aceite de cacahuete o maní, de origen vegetal que puede ser producido a partir de cacahuetes tostados o mediante un proceso de extracción por prensa hidráulica, lo que garantiza su calidad y pureza.
Este aceite de maní es de color muy claro y su idoneidad para aguantar altas temperaturas hace que este producto sea perfecto en la cocina como aceite de freír. Su excelente aroma y perfume lo convierten en apropiado para sazonar ensaladas y comidas, marinar y saltear verduras, por ejemplo. Su sabor tostado le confiere un agradable tono a ahumado y notas de frutos secos tostados que le dan un amable final al paladar.
A ello hay añadir que el aceite de maní posee un elevado punto de cocción o humeo (215-220ºC) que hacen que sea un excelente aceite para salteados y sellados, que al combinar con otros aceite hace que aumente la vida útil de los mismos en frituras. Este es uno de los motivos por los que el aceite de maní sea el más utilizado en las frituras y salteados de la cocina oriental.
Así, dependiendo del proceso de elaboración, el aceite de maní puede tener una amplia gama de sabores, que van desde suaves y dulces hasta fuertes y nuez.
Propiedades y beneficios del aceite de maní
- Este producto es bueno para el corazón, como se asegura en algunos estudios sobre el mismo. No es una aceite tan popular como el de oliva o de almendras, pero sí tiene un tesoro de beneficios nutricionales y de salud.
- Ayuda a reducir la formación de ateromas que se pueden depositar en las paredes arteriales y reducir el calibre de las mismas. Esto hace que mejore la circulación y oxigenación de la sangre.
- Tiene un alto nivel de vitamina E. Sólo una cucharada de aceite de maní contiene el 11% de la ingesta diaria recomendada de vitamina E. El papel principal de la vitamina E es actuar como un antioxidante, protegiendo al cuerpo de sustancias nocivas llamadas radicales libres. La vitamina E, además, ayuda a prevenir que las arterias se obstruyan, ya que para ello bloquea la conversión del colesterol en depósitos grasos cerosos.
- El aceite de maní contiene hierro y zinc, minerales importantes para el crecimiento y desarrollo del organismo, tanto de las células como de los tejidos óseos. El zinc tiene funciones catalíticas, estructurales y reguladoras, al ser un nutriente esencial para la salud humana.
- El aceite de maní es un gran hidratante para la piel, ya que puede ser utilizado en masajes corporales que resultan muy relajantes y reconfortantes. Además, aumenta la fuerza de las membranas celulares, previniendo incluso la degradación de celular y fortaleciendo la cicatrización.
Las diferentes formas de uso
- En salteados de pescado y carnes, por ejemplo.
- Salteados y cocción de verduras al wok.
- Aderezos y salsas asiáticas.
- Aderezo y saborizante de ensaladas.
- Marinado de aceitunas, escabeches, quesos, tomates secos, verduras asadas y otros.
- Preparación de pasta de aceitunas y verduras.
- Elaboración de galletas dulces, barras de cereal, masas de tartas, tortas y brownies.
- Elaboración de galletas salidas
- En tratamientos indicados para afecciones en la piel.
- En masajes y para aliviar dolores articulares.