Como bien sabemos, el agua es esencial para nuestra vida. Sin ella, nuestra existencia no sería posible. Es fundamental para el cuerpo humano, clave en algunas de las funciones vitales y por eso es necesario su consumo en el día a día y con unos límites mínimos para mantener un buen estado de salud, ya sea en el presente o de cara al futuro. Así, se considera que se deben beber dos litros de agua diarios. Son muchas las personas que lo hacen, pero seguramente sin saber que aunque cumplan con la cantidad están perjudicando a su salud. ¿Por qué? Beben agua embotellada y no del grifo.
De acuerdo con el estudio publicado por los investigadores del Weill Medicine de Qatar que recoge la revista científica BMJ Global Health, el agua embotellada no debería ser consumida por los ciudadanos. Su uso conlleva un alto coste para la salud y medioambiente. Esto se debe a factores como la liberación de determinadas sustancias tóxicas, la degradación de ecosistemas y el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero.
Un crecimiento de la industria
Los expertos han avisado de los problemas para la salud que acarrea, pero la industria del agua embotellada de plástico está experimentando una rápido crecimiento. Cada minuto se compran alrededor de un millón de botellas en todo el mundo y ya casi 2.000 millones de personas no pueden acceder a agua potable en sus países. Aunque el agua del grupo tiene mala fama, es mucho más segura puesto que no contiene contaminantes como microplásticos, bisfenol A (BPA) y ftalatos.
Estos contaminantes, tal y como indican los estudios, pueden interferir con el “funcionamiento normal de las hormonas reproductivas, las hormonas tiroideas y los receptores de glucocorticoides” y lo hacen sobre todo en etapas embrionarias críticas. En el caso del BPA se ha descubierto que está relacionado con una variedad de problemas de saludo como son la hipertensión, diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Mayor riesgo de infartos
Entre los datos obtenidos en la investigación realizada, destacar lo que se asegura que los pacientes con microplásticos o nanoplásticos en muestras de placa carotídea presentaban “un mayor riesgo de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares o muerte en los 34 meses posteriores” en comparación con aquellos que no tenían restos de estos microplásticos.
Además del envase, también repercute en la salud humana las condiciones de almacenamiento. Son mucho más perjudiciales aquellas botellas que han estado expuestas a altas temperaturas y a la luz solar.
Así, los investigadores del Weill Cornell Medicine de Qatar recomiendan, siempre que sea posible, beber agua del grifo, ya que los microplásticos están presentes en el 78% del agua embotellada.
Alternativas al agua embotellada
- Agua mineral con envase reutilizable. Muy presentes en los establecimientos de nuestro país. Con el cambio de mentalidad de los consumidores, las marcas están apostando por el envase retornable. Lo positivo, la sensación que produce consumir agua mineral mientras que uno de los aspectos negativos es el coste.
- Agua filtrada con sistemas de osmosis. Crecimiento importante en los últimos años promoviendo una solución de agua como servicio a los diferentes negocios. Se puede ofrecer agua fría, con gas y natural, aportando siempre las propiedades del agua. Eso es lo positivo. Lo negativo, un manteniendo que puede ser elevado y que requiere una instalación profesional.
- Agua del grifo. Siempre se puede ofrecer agua del grupo. Es cierto que habrá zonas en las que tendrá un sabor y un olor raro. Es una opción muy válida para lugares menos densos de población e industria, en las que el agua es prácticamente pura.
