El mundo de la construcción tiene algunos problemas que solventar. Por ello, los avances en tecnología y ciencia se están aplicando a descubrir y fabricar nueva materia prima que ayude a abaratar costes y elevar la productividad. Además del elevado coste de las materias primas en los materiales de construcción, hay otros problemas en el sector que ralentizan la producción y encarecen las obras. Vamos a ver cuál es el último descubrimiento con este ladrillo y cómo da solución a algunos de estos problemas.
Problemas en la industria de la construcción
La vivienda escasea, según algunos estudios de expertos. Se construyen menos de la mitad de viviendas de las que se están demandando y, por eso, los precios son tan elevados. El mercado de la construcción, como cualquier otro sector, funciona con la ley de la oferta y la demanda. Como hay mucha más demanda que oferta, los precios son muy elevados y son pocas las personas que se están pudiendo comprar una vivienda hoy en día. El hecho es que, además, el precio del Euríbor ha subido en los últimos tiempos, encareciendo las hipotecas hasta en 200 euros mensuales en algunos casos.
Esto se suma a otros problemas, como la contaminación que producen algunos materiales de construcción y la falta de sostenibilidad de sus materiales. Es por eso que, al ser necesario además aumentar la construcción en países como España, las empresas del sector están investigando para dar con alternativas más sostenibles y eficientes cada vez que sustituyan a los materiales clásicos.
Esos son los problemas visibles de la construcción, pero aún hay más. Los precios del hormigón o el acero, dos metales muy presentes en las viviendas, también están aumentando y esto encarece las obras. Por otro lado, falta mano de obra en el sector. Hay que tener en cuenta que cada vez surgen más profesiones nuevas. Esto hace que las personas se formen y elijan profesiones más intelectuales o menos sacrificadas físicamente que las de sectores como la construcción o la hostelería.
El ladrillo que cambiará la construcción
Ya lo hemos dicho. El ladrillo a la vieja usanza está quedando obsoleto por varios motivos. Por el elevado coste de los materiales que se usan en las obras y el precio de las facturas de la energía, pero también por la falta de sostenibilidad de las viviendas, las empresas están tratando de integrar materiales naturales y sostenibles en la construcción. El último descubrimiento de Renco, una empresa internacional de ingeniería que tiene su sede en Florida, Estados Unidos, es ni más ni menos que un ladrillo hecho de fibra mineral. Este ladrillo facilita los procesos en las obras y, además, hace que se necesiten menos materiales y herramientas para aplicarlo.
Fácil construcción
Otra de las grandes ventajas de este ladrillo, además de su sostenibilidad, es que facilita mucho los procesos en la construcción. Literalmente funciona, según la empresa, como los ladrillos del juego Lego. Esto quiere decir que, además de encajar bien, tiene colores para que quienes lo usan no se pierdan en las obras y el trabajo sea más fluido y sencillo. Sirve para elevar pisos, elaborar vigas de techos y muchas más funciones de manera esencial. Al estar hecho de fibras de vidrio recicladas, compuestos de calcio y resina todos sus materiales son de origen natural, lo que hará que se reduzcan las emisiones y podrá incluso acelerar los ritmos en las obras.
De hecho, la empresa afirma que con él se podrán también reducir los equipos necesarios para una obra. Con unos once trabajadores sería suficiente para construir edificios de tres plantas con estos ladrillos, afirman. Se está probando en estas alturas, aunque parece que será aprobado hasta para cinco alturas. Además, se está viendo que también se abaratan costes.
