Hay un motor que está rompiendo en el mercado automovilístico. No sólo por su llamativo estilo, tiene forma de rosquilla. También porque parece que con él llega el fin del hidrógeno, pues hablamos de un motor que no usa combustible y que no se coloca debajo del capó. Así, todos parecen tenerlo claro y piensan que ha llegado la hora de cambiar de combustible, dejando a un lado los fósiles. Estos mostraron su eficiencia durante años, pero ahora su alto daño ambiental es un elemento clave para que queden en el olvido.
Ahora la apuesta está en los combustibles renovables, que están transformando el entorno energético. Ayuda la presión que hay para disminuir la huella de carbono y adaptarse a las nuevas regulaciones en el medio ambiente. Por eso las compañías, no sólo en el sector automovilístico, están explorando nuevas oportunidades y opciones. En el caso de las de movilidad, mucho más.
Así, los cambios en biocombustibles, hidrógeno verde y combustibles sintéticos están creando nuevas oportunidades. Sin embargo, hay otra opción que cada vez se hace más importante y parece que está ganando la partida en cuanto a fabricantes y usuarios se refiere.
El motor funciona con el combustible más popular del momento
La tecnología que más popularidad ha obtenido hasta la fecha para suplantar a los combustibles fósiles es la eléctrica. Ha aparecido en el panorama automovilístico un motor eléctrico en forma de rosquilla que va montado sobre las ruedas. No se trata de un concepto nuevo, el que vaya sobre ruedas, porque se lleva desarrollando durante mucho tiempo. No es una solución que haya convencido del todo, especialmente porque agrega peso en la rueda y es un elemento donde tener ligereza es imprescindible.
A pesar de ello, la compañía americana Donut Lab apostó por su revolucionario prototipo de motor eléctrico con forma de rosquilla. Expuso una unidad, sumamente mejorada respecto a la primera que presentó, más compacta y ligera con una gran motor y potencia. Otro punto a favor de este producto es el precio, pues vale la mitad que su predecesor.
Para los expertos de Donut Lab, disponer de un motor en las ruedas proporciona diferentes beneficios. En primer lugar, se suprime con ellos la necesidad de ejes de transmisión, ahorrando todavía más peso al conjunto. Además, permite llevar un control más preciso de la fuerza motriz transmitida al suelo, gracias a la conexión directa motor-rueda.
El peso de este motor es de apenas 40 kilogramos, por lo que el aumento de peso para las masas no suspendidas resulta minúsculo. Cabe destacar que, como mínimo, un automóvil eléctrico debería contar con al menos dos unidades, o cuatro, si se busca aprovechar las ventajas de la tracción a las cuatro ruedas.
Acaba con el hidrógeno: utiliza electricidad y rompe récords
Hablando de cifras técnicas, el motor presentado por la firma norteamericana Donut Lab cuenta con dimensiones lo suficientemente grandes como para incluirlo en una llanta de 21 pulgadas. En su versión de mayor potencia, es capaz de desarrollar 845 CV de potencia y 4.300 Nm de par. Teóricamente, en un coche de con tracción total, podría descargar 3.380 CV y 17.200 Nm al suelo.
Desde Donut Lab también se trabaja en diversos formatos de este motor, destinado a otros vehículos eléctricos. Así, presentó uno de 272 CV y 3.000 Nm de par, dedicado en exclusiva para vehículos comerciales.
Además, Donut Lab está trabajando en el desarrollo de una pieza más pequeña, con una potencia de 22 CV con capacidad para encajar en una llanta de 12 pulgadas. Podría usarse en scooters eléctricos. Incluso ha contemplado una pieza de 120 mm de diámetro y 4 CV para equipar drones.
Este motor con forma de rosquilla está rompiendo el mercado. Ha logrado destrozar a modelos que parecían invencibles.
