El número de alérgicos que hay en España está cercano a los ocho millones, de acuerdo a la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). En cuanto a la conducción se refiere, los síntomas de una alergia pueden conllevar un serio riesgo que puede traducirse en un accidente de tráfico. Por ello desde la RACE se dan una serie de consejos que se deben tener en cuenta para reducir los riesgos y aumentar la seguridad al volante, como por ejemplo conducir con las ventanillas abiertas, limpiar bien el coche o el uso de gafas homologadas, entre otros.
Cómo afecta a la conducción la alergia, gripe o un resfriado
Conducir con alergia, gripe o resfriado implica que en algún momento del trayecto puede haber una disminución de la atención en la carretera, sobre todo cuando aparecen los estornudos, el lagrimeo y la tos de forma constante. En cualquiera de estas situaciones el cuerpo reacciona de forma natural: en los estornudos, por ejemplo, se cierran momentáneamente los ojos y esto hace perder la atención de la carretera durante unos segundos.
Una crisis de estornudos está asociada en muchas ocasiones al lagrimeo en los ojos, por lo que también habrá un trayecto sin mirar a la carretera que será mayor o menor dependiendo de la velocidad. Por tanto, un peligro para nuestra seguridad y la del resto.
Si un conductor tiene alergia debe tener en cuenta lo siguiente
La persona que está al volante, si tiene alguna alergia respiratoria, sabe que es una afección que no tiene cura, pero sí que puede tomar una serie de medidas preventivas para reducir los síntomas lo máximo posible y aumentar la seguridad en la carretera, tanto propia como la de quienes lo rodean. Entre los consejos a seguir están:
- En caso de padecer una alergia respiratoria no es conveniente conducir con las ventanillas abiertas. Para combatir en calor es preferible conectar el aire acondicionado o el sistema de climatización, ya que permitirá respirar un aire más limpio y filtrado.
- Hay que limpiar bien cualquier rincón del coche, para que no haya polvo en las salidas de ventilación. Se debe hacer con frecuencia la limpieza de cristales, el salpicadero, las puertas, la tapicería, las moquetas y el techo.
- Es importante utilizar productos específicos que se ofrecen en tiendas especializadas del automóvil y una aspiradora con filtro de agua para que la atmósfera del habitáculo sea más saludable. Tener el habitáculo limpio es clave para reducir los efectos de las alergias.
- Cuando se produce un desplazamiento con perros y gatos se debe saber que el pelo de estos animales es bastante alérgico.
- Se recomienda utilizar los filtros HEPA para filtrar mejor el aire ya que son capaces de neutralizar mejor los alérgenos. Dependiendo del volumen de polen, de la climatología y de los que se use el vehículo, habrá que sustituirlo cada medio año o año.
- Se recomienda evitar conducir al amanecer o al atardecer ya que la concentración de polen no es la misma durante todo el día. Los momentos más sensibles son con la salida y puesta de sol.
- Es importante utilizar unas gafas de sol homologadas en caso de conductores alérgicos ya que sus ojos son más sensibles a la luz y de esta forma se reduce el lagrimeo.
No hay que automedicarse
Además de los consejos anteriores, los médicos pueden recetar los antihistamínicos para conducir que menos efectos secundarios tengan. Estos son los de última generación, que son los que producen menos somnolencia. Los medicamentos que afectan a la conducción tienen un pictograma que indica que no se debe conducir mientras se están tomando.
Lo más importantes es que no hay que automedicarse ya que los antihistamínicos tienen efectos secundarios que influyen en la conducción. El principal es la somnolencia, pero también provocan mareos, vista borrosa, náuseas, ansiedad, dolor de cabeza o palpitaciones, entre otros.
