Durante mucho tiempo, la banana fue considerada como el alimento estrella para aquellas personas que buscan una buena fuente de potasio. Pero la ciencia nutricional actual ha puesto el foco en otras opciones que son igual de accesibles y, en algunos casos, más ricas en este mineral para el organismo: soja, aguacate, salón y patatas. Estos alimentos ayudan a diversificar la dieta y aportan múltiples beneficios para el cuerpo, sobre todo para el corazón, los músculos y el sistema nervioso.
La soja pisa fuerte en el siglo XXI
Esta legumbre, muchas veces asociada sólo a productos procesados como el tofu o la leche vegetal, es uno de los alimentos más interesantes del panorama actual. Aporta nada más y nada menos que 1.800 miligramos de potasio por cada 100 gramos, cinco veces más que la banana.
Además de ser una fuente impresionante de potasio, la soja destaca por su contenido de proteínas vegetales de alta calidad. Esto la convierte en una excelente alternativa para aquellas personas que siguen dietas vegetarianas o veganas y para quienes deseen reducir el consumo de carne sin perder aporte nutricional.
En su momento, hubo dudas sobre los efectos de la soja en la salud, especialmente en relación con enfermedades tiroideas y el cáncer. Sin embargo, múltiples estudios recientes han demostrado que su consumo moderado no representa riesgos significativos y que puede formar parte de un plan alimentario saludable sin inconvenientes.
El aguacate, un superalimento con mucho potasio
El aguacate se ha convertido en sinónimo de cocina saludable. No sólo aporta 485 miligramos de potasio por cada 100 gramos, superando de forma amplia a la banana, sino que también es rica en ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, presente también en el aceite de oliva. Este alimento es también una fuente de fibra, antioxidantes y minerales como el magnesio y el fósforo. Su consumo está relacionado con mejoras en el perfil lipídico, reducción de la inflamación y mayor saciedad.
Un aguacate contiene cerca de 250 calorías y esta es la razón por la que los expertos recomiendan un consumo moderado, sobre todo en personas con hábitos sedentarios. No obstante, en el marco de una dieta balanceada, es una excelente opción que ayuda a mantener el corazón sano y el sistema digestivo funcionando de manera correcta.
El salmón, ideal para la salud cardiovascular
El salmón no es sólo conocido por su elevado contenido de omega-3, también destaca por su riqueza en potasio con unos 340 miligramos por cada 100 gramos. Aunque no supera a todos los alimentos de esta lista, sí ofrece un paquete nutricional muy completo.
Más allá del potasio, el salmón aporta proteínas de alta calidad, vitamina D, fósforo y selenio. Su consumo está asociado a la reducción de riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejora de la función cerebral y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
El pero del salmón puede estar en el coste, más elevado que otros productos de origen animal y es por esto que muchos optan por consumirlo de forma ocasional.
Las patatas, un alimento subestimado
Durante años, las patatas fueron víctimas de la mala fama. Se las consideraba como un elemento que engordaba y carecía de valor nutricional, cuando en realidad su contenido de potasio (400 miligramos por cada 100 gramos) las ubica por encima de la banana.
La clave está en como se prepara la patata ya que fritas o acompañadas de salsas y grasas añadidas, pierden buena parte de su valor y aumentan su densidad calórica. Pero hervidas, al vapor o al horno, son un excelente alimento, accesible, barato y repleto de beneficios.
Además del potasio, las patatas contienen vitamina C, vitamina B6 y antioxidantes. También son ricas en fibra si se consumen con su piel.
