El frío llegó a España hace varias semanas y esto conllevó que la calefacción volviese a ser protagonista en muchas casas. Sobre este tema también hay muchas historias o mitos, sobre lo mejor para tener el hogar más caliente y también para lograr pagar lo menos posible en la factura, que suele ser elevada.
José María Camarero, periodista y analista económico, intervino en un programa radiofónico para hablar de los tres mitos para ahorrar dinero a la hora de poner la calefacción y uno de ellos era sobre tener encendida la calefacción o apagarla si vamos a salir de casa, porque al arrancarla dicen que se gasta mucho más. Él lo deja claro: “Si vamos a salir de casa más de dos horas, es conveniente apagarla”.
Lo primero a lo que se refirió Camarero es al hecho de encender o apagar la calefacción, descartando que lo ideal sea dejarla encendida “todo el día”. Lo mejor es “apagarla cuando no estamos en casa”. Aunque parece obvio, hay mucha gente que cree que manteniendo la calefacción encendida a una temperatura entre los 19-21 grados durante el día y entre los 15-17 grados por la noche o cuando estamos fuera de casa, se gasta menos dinero.
Para el analista, “aunque nos puedan decir que al arrancar luego nos va a hacer gastar mucho más gas y mucha más luz, nada de eso. Si salimos de casa hay que apagar la calefacción”. Por tanto, “si sabemos que vamos a estar fuera más de dos horas, entonces es conveniente apagar la calefacción, los aparatos y volverlos a encender después”.
¿Estufa de gas o eléctrica?
El segundo mito del que habló Camarero corresponde a la clásica pregunta de si estufa de gas o eléctrica. Para él, “la clave” para elegir entre una opción u otra está en que “si vamos a intentar calentar una estancia que sea bastante grande es mejor una estufa de gas”. Si por el contrario el objetivo es calentar un espacio más reducido, como una habitación pequeña, en este caso “lo mejor es un aparato eléctrico, un calefactor como el que tenemos en el baño”.
Para Camarero, hay que tener “mucho cuidado” con los aparatos que se trasladan de un lado para otro de la casa, como los calefactores equipos con ruedas. El motivo de esta advertencia está en que “todo lo que se mueve cuesta más caro” y es que “un aparato de estos eléctricos cuando lo vas a comprar cuesta muy poquito, como 40, 50 o 60 euros, pero eso luego gasta muchísima más luz que cualquier aparato fijo”.
Con esto, el experto analista considera que aunque en un principio parezca que los aparatos fijos “cuestan mucho más”, lo cierto es que “a la larga nos va a salir mucho más eficiente”.
¿Qué hay que hacer con las puertas?
Otro de los consejos para intentar ahorrar en la calefacción es el de intentar mantener as puertas de las habitaciones cerradas para que se concentre el mayor calor posible en cada una de las estancias.
Además, Camarero recomienda que durante la noche es recomendable utilizar cortinas gruesas y abrirlas durante el día para que entre la luz del sol y el calor natural. También hay que tener en cuenta el no tapar los radiadores con muebles, mantas o ropa ya que esto podría dificultar que el calor se reparta por el resto de la vivienda.
Por último, Camero hace otra recomendación y es la de instalar termostatos programables o inteligentes que se enciendan y apague solo en las horas en las que haya alguien en la vivienda. De esta manera, se evitará un gasto innecesario.