Aunque para muchos el cuerpo humano es una máquina de diseño perfecta, el desgaste que sufre con el paso del tiempo hace que aparezcan problemas cotidianos que impiden que todo funcione como debería. La edad trae consigo una serie de problemas de salud, entre los que se encuentran el dolor articular y las articulaciones son la base de nuestro movimiento. Estas se van desgastando poco a poco, lo que provoca patologías como la artritis o la artrosis. Aunque son conceptos parecidos, hay una diferencia importante entre ambos, tal y como asegura Ramón Romero, fisioterapeuta: “No tiene nada que ver una con la otra, porque una desgasta y la otra inflama”, aseguró en una publicación en sus perfiles en redes sociales. Distinguir entre una y otra es la clave para saber cómo manejarlas y el tratamiento adecuado a seguir.
De acuerdo con el fisioterapeuta, las articulaciones “están hechas de hueso, cartílago y líquido sinovial. Todo está hecho para que una persona se mueva sin dolor, como una bisagra bien engrasada”. Pero, con el tiempo, “el cartílago se desgasta y las piezas no encajan”. Esto puede derivar en dos patologías diferentes: “Una va limando el cartílago poco a poco y la otra monta una fiesta inflamatoria con calor, dolor e hinchazón”, comenta el experto.
La artrosis, la más frecuente
La primera de las dos patologías anteriores es la artrosis, también conocida como osteoartritis. Es la enfermedad degenerativa articular más frecuente y se caracteriza por la destrucción del cartílago hialino, que recubre las superficies óseas del cuerpo. Esta afección se localiza normalmente en la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la articulación de la raíz del pulgar, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie. Aquellas personas que la padecen sufran un dolor profundo y mal localizado cuando hacen algún esfuerzo físico, aunque según progresa la enfermedad pueden aparecer todavía en reposo.
El cuerpo se vuelve loco en la artritis
Para Romero, “la artritis es otro rollo”. En su publicación, el fisioterapeuta se refiere a la artritis reumatoide como una enfermedad en la que “es tu propio cuerpo el que se vuelve loco y ataca tus articulaciones”. La artritis es la hinchazón y sensibilidad sentida en las articulaciones, pero cuando es el propio cuerpo el que ataca las articulaciones, hablamos de artritis reumatoide. Esta patología genera “inflación, calor y dolor”, dice Romero.
El ejercicio es clave
Comenta el fisio que al igual que en la artrosis hay desgaste, en la artritis hay mucha inflamación. Estas patologías pueden tratarse a través de medicamentos para el dolor, como por ejemplo el paracetamol, pero el ejercicio físico es clave que hacer disminuir los síntomas y alargar la vida útil de nuestras articulaciones. Por ello, además, recomienda los ejercicios de movilidad que ayudará al control de ambas patologías.
Un primer ejercicio clave es el de “movilidad de la rodilla”. Se debe hace sentado en una silla baja y se va extendiendo poco a poco la rodilla hasta tener la pierna completamente extendida y luego que la rodilla vuelva. Romero recomienda hacer varias repeticiones con ambas piernas.
Otro ejercicio a considerar es el de sentarse con las piernas apoyadas en la superficie, que puede ser una cama perfectamente. Después hay que colocar un cojín debajo de la rodilla y posteriormente apretar el cojín hacia abajo. Se aprieta durante cinco segundos y después se relaja. Y se repite en varias ocasiones.
Para el tratamiento, lo mejor es acudir a un profesional que te pueda indicar como ir trabajando para la recuperación.
