Son muchas las historias que dan esperanza a la sociedad y una de ellas es la que tiene como protagonistas a Antonio y Pedro. El primero recibió 100 euros a través de la plataforma Bizum del segundo, al que no conocía. Lejos de quedarse con el dinero, Antonio no duda, tras comprobar que no era una posible estafa, en mandar el dinero de vuelta a Pedro, que se había equivocado de destinatario. En las conversaciones que hubo entre ambos, quedó claro para que eran la cantidad de dinero enviada: reservar para comprar cerdos.
Todo comienza cuando a través de WhatsApp, Antonio recibe un mensaje de un contacto que no tiene en su agenda: “Buenos días señor Antonio. Llevo llamando tres veces en toda la mañana para comunicarle que por error le he hecho un Bizum de cien euros. Quería que usted tuviera la amabilidad de devolvérmelos pues, como le digo, ha sido un error al marcar el número de teléfono”.
La primera reacción de Antonio al leer este mensaje no dista mucho de la que todos tendríamos con total seguridad: podría estar ante una estafa, no sería la primera vez que esto pasa. Por tanto, el receptor le pide a la otra parte que se presente, que le diga quién es: “Yo me llamo Pedro y como le digo le hice un Bizum por error. Mire usted en su cuenta a ver si tiene ingresados cien euros a mi nombre”.
Siempre debes comprobar tus Bizum
Tras asegurarse de que el Bizum se había realizado, Antonio pide a Pedro que le dé unos minutos para ponerse en contacto con su entidad y comprobar que no se trata de una estafa “porque hoy en día pasan cosas muy raras”. Pedro, que reconoce que Pedro tiene “toda la razón del mundo”, le anima a realizar todas las gestiones pertinentes con su banco y le dice que esperará el tiempo que “haga falta” y le añade que “no es ninguna trampa, soy un jubilado de las minas de carbón de Villablino, con 68 años. Legal como la vida misma”.
Durante el intercambio de mensajes, la sintonía entre Antonio y Pedro va creciendo. Tanto que el primero, sin tener la respuesta de su banco, se fía de la otra parte: “Por la foto de perfil me da la impresión de ser buena persona”, asegura. Al mismo tiempo, reconoce que “me llamó la atención lo de la ‘reserva para comprar cerdos’, no sabía si era una broma”.
Pedro le asegura que no hay ninguna trampa de por medio y le habla de su origen y trabajo al que se dedicó. Antonio confía en lo que le cuenta y accede a reenviarle la cantidad de 100 euros, aunque le pide un pequeño favor: “Si eso, cuando hagas jamón o morcilla con los cerdos, me envías algo que seguro que serán de buena calidad”. Con el dinero de nuevo en su poder, Pedro explica que la cantidad de 100 euros no es más que una señal “para que me guarden los cerditos hasta que cumplan dos meses”.
La publicación de la conversación entre ambos se ha hecho viral en redes sociales, donde fue publicada por Antonio con un titular más que llamativo: “¡Hoy me desperté recibiendo un Bizum para reservar cerditos!”. Son muchos los comentarios de otros usuarios sobre la historia entre Antonio, Pedro y los cerditos. Al final, todo acabó con final feliz y la invitación de Pedro a Antonio de que será bien recibido en Laciana si en algún momento viaja por la zona.
