Nuestro país enamora a sus visitantes por muchos motivos y uno de ellos, claro está, son sus impresionantes playas. En todas las comunidades autónomas con costa hay rincones para perderse y disfrutar de un espectacular baño. Prueba de ello son los millones de turistas que cada verano llenan nuestras playas y en ocasiones hasta las colapsan. El último ejemplo de ‘turista’ rendido a una de las playas españolas es Bruce Springsteen, que se enamoró de la playa de Ondarreta, ubicada en San Sebastián (País Vasco).
El norte, el gran desconocido
Lo habitual es que los turistas, y gran parte de los españoles, cuando pensamos en un lugar de playa tengamos en la cabeza las de la Andalucía, Islas Baleares o las Islas Canarias, famosas por su clima soleado, su gran ambiente y una gran gastronomía. La mezcla perfecta para unas vacaciones. Pero eso también se puede encontrar en otros puntos de la geografía nacional, como en el norte. Porque las playas bañadas por el Cantábrico no se queda atrás y cada vez más personas las eligen para disfrutar de sus aguas y parajes naturales.
Estas playas destacan por tener una gran belleza salvaje, aguas más frías y ubicaciones que son propias, en muchos casos, de película. Es el caso de la de San Juan de Gaxtelugatxe, en la provincia de Vizcaya, o la de Itzurun en Zumaia, lugares ambas de rodaje de la exitosa serie de Juego de Tronos.
La joya del País Vasco que enamoró a Bruce Springsteen
La playa que hizo perder la cabeza al cantante no fue otra que la de Ondarreta, en la ciudad de San Sebastián. Para ser más concretos, al oeste de la Bahía de la Concha y a los pies del Monte Igueldo, enfrente del Palacio Miramar.
La relación de la estrella del rock con esta playa viene por la predilección que siente Bruce Springsteen por la ciudad de San Sebastián. En dicha playa decidió darse un baño junto a su esposa hace varios años, en 2009, en una de sus visitas al País Vasco. En aquella ocasión, tal y como recogió la prensa nacional, el cantante se alojó en el hotel María Cristina y prometió volver “seducido por un lugar donde uno puede bañarse en la playa, comer de lujo y pasear por la calle sin que nadie le moleste, como un ciudadano más”, declaró a los medios.
Casi un kilómetro de playa cristalina y arena dorada
Esa palabras las utilizó para describir una ciudad espectacular como San Sebastián y una plaza como la de Ondarreta, que destaca por sus 600 metros de largo y una anchura de 100 metros, permitiendo tener espacio suficiente para tumbarse en su fina y dorada arena, incluso cuando la marea está alta.
El entorno de esta playa también le hace ser un enclave natural fusionado con lo urbano, que ayuda a convertir Ondarreta en una playa única. Está situada al pie del Monte Igueldo, una de las visitas obligadas en la ciudad, y frente al Palacio Miramar, con un paseo marítimo que conecta con los jardines de Ondarreta y la famosa escultura de Chillida, El Peine del Viento.
A todo esto hay que sumar las aguas frescas y cristalinas de esta playa, que no suele tener un oleaje muy bravo, por lo que es perfecta para ir con niños y personas mayores. Allí toda la familia puede disfrutar de tomar el sol y practicar deportes acuáticos como kayak o paddle sur.
Si a todo esto le sumas todos los servicios necesarios para disfrutar con tranquilidad, desde baños públicos a vestuarios, duchas, cafeterías y zonas infantiles, es normal que todo el que pise Ondarreta, incluido una superestrella mundial del rock como Springsteen, quiera volver.
