La promoción de una nueva marca de comida rápida que pretende instalarse en España ha acabado como nadie lo podía esperar, en los juzgados. Y es que la cadena del pollo frito colombiana Frisby ha iniciado un pleito de carácter internacional de propiedad intelectual ante el uso sin autorización de su marca en nuestro país.
Todo comenzó cuando en diferentes redes sociales aparecieran en varias redes sociales una web que daba a entender el desembarco de la firma colombiana aquí bajo el nombre de Frisby España. Muchos pensaron que se trataba de un paso en la política de expansión de la compañía hacia nuestro país, pero desde la misma se fue tajante y se negó tener cualquier tipo de relación con esta acción. Y de ahí a los juzgados.
En la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea queda reflejada la demanda y el arranque de una guerra judicial en la que desde Colombia se reclaman todos los derechos universales de su marca y pide que la misma se deje de emplear en España.
Un referente en el país sudamericano
La cadena de pollo Frisby no es reconocida a nivel mundial, pero sí en su país y es uno de los líderes en el mercado colombiano de comida rápida. La empresa cuenta en estos momentos con 270 restaurantes repartidos por cerca de 60 ciudades de todo su territorio, en el que lleva operando durante más de cuatro décadas. Aunque en ocasiones se ha pensado que podría dar un paso y traspasar fronteras, esto todavía no se ha llegado a producir.
Por ello causó sorpresa ver como una cuenta de la red social Instagram bajo el nombre @frisby_es contenía el lema Esto no es pollo. Es Frisby. Y está llegando. Pronto se tomaron medidas y una de ellas fue negar esta operación. Así, el pasado 6 de mayo, mediante un comunicado oficial, Frisby informó que todas las cuentas en redes sociales viertas con su imagen no eran de su propiedad y sí un “intento de terceros de aprovecharse de la reputación” de su marca.
En España hay cerca de un millón de residentes colombianos y Frisby tiene registrada la marca en la Unión Europea desde 2005, pero más allá de eso no existe, a día de hoy, ninguna idea de expandirse a Europa ni a España, no es un mercado prioritario para la firma.
La respuesta desde España
Tampoco se hizo esperar la respuesta por parte de la compañía española que hizo el anuncio y que ha sido denunciada por Frisby. La empresa de nuestro país dejó claro en su respuesta que es “titular exclusivo y legalmente registrado” de la marca en el territorio europeo y ha reconocido que no tiene ninguna vinculación con la colombiana. Además, añadió, que su intención es la de abrir un punto de venta en los próximos meses y después un segundo restaurante gestionado de forma directa.
La empresa española tiene su sede en la ciudad de Bilbao y en su listado de propietarios están Jacqueline Guillemine Pérez Parcha y Gonzalo Barrenechea Correa, de nacionalidad belga y español respectivamente, que conformaron la sociedad con la aportación de 2.000 euros.
Habrá que estar atento a lo que ocurre en los juzgados en los próximos meses y ver para qué lado cae la razón. Dependiendo de ello, puede que pronto en España tengamos una nueva cadena de comida rápida o no. Un juez tiene la última palabra al respecto. Lo único que queda es esperar.
