Dentro de Castilla-La Mancha hay localidades que se han convertido en un símbolo de identidad para la comunidad. Entre ellas está una que se ha convertido en una de las más famosas de España al ser el escenario de algunos de los pasajes más recordados de Don Quijote de la Mancha y la misma forma parte de lo que se conoce como La Ruta del Quijote. Se trata de Consuegra, cuya fisonomía quedó grabada en muchas imágenes que remite a la obra cervantina: filas de molinos alineados sobre un cerro, un castillo que domina la llanura y calles que conservan la estructura tradicional.
Consuegra: el pueblo por el que pasó Don Quijote
Situado a menos de una hora de Toledo, su cercanía a la capital hace que sea accesible para muchos amantes de la literatura. Está situado en el Cerro Calderico y su conjunto molinero está formado por 12 molinos de viento, los cuales El Quijote confundía con gigantes. Los molinos fueron restaurados y conservados como parte del Patrimonio Histórico local, ya que algunos datan del siglo XVI y su construcción correspondía a una necesidad básica: transformar los cereales cultivados en la llanura manchega en harina. Debido a la falta de ríos caudalosos en la zona, se optó por este tipo de ingenierías que aprovechaban el viento como fuente de energía.
Los molinos fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) y en la actualidad, dos de ellos, pueden ser visitados en su interior: Bolero y Rucio. En estos se puede conocer el mecanismo completo de molienda, así como las condiciones en que vivían los molineros. El molino Sancho, que no se puede visitar en estos momentos, es el más antiguo del conjunto y el primero que fue restaurado.
El castillo del pueblo, un lugar de obligada visita
Junto a los molinos encontramos el castillo de la localidad. Su origen se remonta al siglo X, aunque fue reformado por la Orden de San Juan de Jerusalén posteriormente. Esta fortaleza se convirtió en un bastión defensivo clave para la religión y, más tarde, como sede prioral.
El castillo de Consuegra se puede visitar mediante recorridos guiados que explican su historia militar y religiosa. Además, las murallas, los torreones y las estancias interiores permiten una aproximación directa a los sistemas defensivos medievales y desde lo alto se obtiene un panorámica de la llanura manchega. El acceso de estas visitas se realiza desde uno de los molinos, en el que también se pueden adquirir entradas para recorrer el conjunto molinero.
¿Qué se puede ver y hacer en uno de los pueblos más famosos de España?
Dentro del núcleo urbano de Consuegra también podemos encontrar elementos de interés. El Ayuntamiento, construido en 1670, dispone de una torre con reloj que se añadió poco después. Otro edificio destacado es el Palacio de San Gumersindo, levantado en el siglo XX, y Los Corredores, del siglo XVII, una muestra de arquitectura civil manchega.
En lo referente al ámbito de la gastronomía, destacan los platos típicos: migas, gachas y los duelos y los quebrantos, mencionados en Don Quijote de la Mancha. Este último es un revuelto de huevos con chorizo y tocino, cuya historia está vinculada a las costumbres alimentarias en tiempos de la Inquisición.
Otros pueblos vinculados a Cervantes
Consuegra no es el único pueblo vinculado a Cervantes. En La Ruta del Quijote también se incluyen localidades como Tembleque, El Toboso, Campo de Criptana y Alcázar de San Juan. Todos ellos presentan elementos patrimoniales que forman parte del universo manchego que quedó recogido en la obra de Cervantes. La restauración y promoción de estos espacios dio lugar a que la zona sea reconocida como un referente turístico cultural.
