Elon Musk, una de las figuras más relevantes a nivel mundial, lanzó recientemente una nueva versión de su chatbot, Grok, que estará disponible para todos los usuarios de la red social X, que anteriormente era conocida como Twitter y que es propiedad del multimillonario.
La nueva versión de Grok, Grok 3, tiene la finalidad de rivalizar con la Inteligencia Artificial (IA) de la empresa OpenAI, propietaria de ChatGPT, que en la actualidad es reconocida como la herramienta de IA más utilizada en todo el mundo. De acuerdo a las palabras de Musk, Grok es “aterradoramente inteligente”.
Musk ya introdujo mejoras en los chats, codificación y generación de imágenes con Grok 2 en la red social X. Ahora, con la edición número 3, se han desarrollado nuevos mecanismos de autoevaluación y verificación de posibles errores, permitiendo que la Inteligencia Artificial mejore sus respuestas para ofrecer resultados mucho más precisos y coherentes con las necesidades de los usuarios.
Mucha más potencia
A la hora de entrenar a este nuevo chatbot se ha tenido que usar cerca de 200.000 GPUs y ha sido desarrollado con diez veces más potencia computacional que su predecesor. Así se ha conseguido que tenga una base de datos de información mucho más amplia y compleja que la que se tenía en las versiones anteriores de Grok. Por tanto, se ha dotado a la IA de comportamientos que se acercan a los de cualquier ser humano.
Le acompaña la polémica
Como suele ocurrir cuando Elon Musk está detrás, la polémica ha acompañado a este nueve bot. Inicialmente iba a ser lanzado en 2024, pero hubo múltiples retrasos debido al complejo adiestramiento que la IA tiene y además Musk ha vuelto a no cumplir con la fecha propuesta. Así, los fieles y no tan fieles seguidores del dueño de Tesla y SpaceX comenzaban a mostrar su descontento con la gestión del magnate respeto a Grok.
Musk intentó comprar OpenAI
Aunque Musk ha dado un paso adelante con su IA Grok, no hay que dejar pasar que el empresario presentó una importante oferta por OpenAI, la empresa creadora y propietaria de ChatGPT. Puso sobre la mesa nada más y nada menos que 97.400 millones de dólares para comprar la compañía rival, propiedad de su enemigo Sam Altman, con el que fundó la empresa en 2015. Eran otros tiempos.
La extraordinaria oferta estuvo totalmente respaldada por xAI, la startup de IA del propio Elon Musk, que de podría fusionarse con OpenAI en caso de alcanzarse finalmente un acuerdo. En esta operación están también presentes inversores como Valor Equity Partners, Baron Capital, Atreides Management, Vy Capital y 8VC, una empresa de capital riesgo dirigida por Joe Lonsdale, cofundador de Palantir, y Ari Emanuel, a través de su fondo de inversión.
Duro enfrentamiento con Altman
Musk y Altman, director ejecutivo de OpenAI, tienen una mala relación desde hace años. La última noticia que hay de este enfrentamiento es que Musk presentó una demanda para bloquear el intento de OpenAI de pasar de ser una empresa sin ánimo de lucro a una confines de lucro, calificándola de “medusa que paraliza el mercado”. Altman ha defendido que necesita dar un giro a la compañía para hacer mejores proyectos de IA.
Antes del último movimiento de Musk, OpenAI ya se enfrentaba a numerosos problemas para cambiar el ‘régimen’ de su organización. Uno de sus rivales, Meta Platforms (Facebook, Instagram, Threads y WhatsApp) envió el pasado diciembre una carta al fiscal general de California en la que también expresaba su negativa a este cambio.