En España hay ciudades que para muchos son grandes desconocidas, que apenas cuenta con visitantes a pesar de las recomendaciones de los expertos. Es el caso de una de las más infravaloradas del panorama nacional y que los que la conocen la comparan con Grecia. Y es que en nuestro país podemos descubrir una gran variedad de elementos que te hacen disfrutar en primera persona de estas experiencias.
Los viajeros expertos la compran con Grecia
Es posible ir a Grecia sin salir de casa, sin tener que realizar un gran gasto económico y de tiempo. Si acudes a esta ciudad puedes disfrutar de una de las experiencias más maravillosas en cuanto a viajes. Porque lo que podemos encontrar en aquel país, con los pueblos perdidos que tiene, también se puede hacer en esta ciudad y su entorno, que promete darnos unos días de descanso y belleza. Al igual que otros sitios de España, este es precioso y además permite el poder desconectar del día a día pero teniendo a mano todo lo que necesitamos. En definitiva, hablamos de una ciudad que nos producirá una sensación de tranquilidad que es necesaria en muchos momentos.
La más infravalorada y la que menos visitantes recibe
Hay una serie de elementos que pueden marcar un antes y un después si nos desplazamos a esta parte de España, algo que quizá no se haya tenido en cuenta cuando se piensa en realizar un viaje a Cuenca. Hablamos de una ciudad que es una opción más que interesante como destino, un rincón espectacular de España.
Para conocer más de ella podemos acudir a la web de la ciudad, en la que nos dicen que “merece la pena subir las cuestas y callejuelas” para dejarse sorprender por sus miradores. Así, señala dos paradas “imprescindibles” como son la que hay que realizar en la Plaza Mayor, donde se verán los arcos del Ayuntamiento y la bonita catedral que se comenzó a construir en el siglo XII. Por detrás del tempo encontraremos una calle que lleva a las Casas Colgadas, el gran símbolo de Cuenca. Hay tres que se pueden visitar: La Casa de la Sirena y las casas del Rey.
Unas imágenes espectaculares
Si lo que se quiere es inmortalizar la visita con unas fotos espectaculares de las casas, primero no hay que tener vértigo ya que tendremos que cruzar la pasarela de hierro del puente de San Pablo. Justo en el otro extremo se encuentra el Convento de San Pablo, que a día de hoy es un Parador y por tanto uno de los mejores sitios para pasar la noche en una ciudad que todavía gana muchos más enteros cuando está iluminada.
Los rascacielos
Las sorpresas irán en aumento conforme vamos conociendo la ciudad de Cuenca, pues llegaremos a los ‘rascacielos’ del barrio de San Martín o el túnel visitable de la Calle Alfonso VIII.
Pero también hay museos para los aficionados a los mismos, como el de las Fundaciones Antonio Saura, Antonio Pérez y el de las Ciencias. También para conocer más sobre las tradiciones, pues está el de Semana Santa, la festividad más famosa de la ciudad.
La gastronomía rica
Según los expertos, “a la hora de comer Cuenca no defrauda y ofrece en sus mesones lo mejor de su contundente gastronomía: morteruelo (una especie de paté caliente), ajoarriero (guiso de bacalao), el licor típico resolí, alajú como postre…”.
En la Plaza Mayor hay multitud de bares, aunque también se pueden encontrar en otras zonas como el barrio de Castillo, en la zona alta de la ciudad. En la ciudad podemos encontrar opciones de comida tradicional y también moderna.
La naturaleza
El lado más natural de Cuenca se puede disfrutar en verano, momento para darte un baño en la Hoz del Júcar o pasear por la Ruta del Cerro del Socorro. Además, a 30 kilómetros, las rocas de la Ciudad Encantada, un lugar realmente curioso.