Hay situaciones que no cambian cuando vamos a bares y restaurantes. Hay momentos en los que queremos quedar bien con nuestros acompañantes y nos abrimos paso a base de codazos queriendo pagar nosotros la cuenta y otros en los que, por la razón que sea, intentamos pagar a escote. Esto, desde hace un tiempo es cada vez más difícil a la antigua usanza, dividiendo la cuenta y sacando monedas, billetes o tarjetas, indistintamente, puesto que cada vez son más los establecimientos que se niegan a dividir el ticket entre las personas presentes.
En redes sociales es frecuente encontrar casos de gente que lo cuenta, que al pedir la cuenta, han hecho que sea uno el que pague. En teoría, detrás de esta nueva norma no escrita en bares y restaurantes está el intento de ser más ágil a la hora de cobrar, como defienden algunos hosteleros, si bien a esa mejor organización pretendida se le puede dar la vuelta como a una tortilla y convertirse en otra pesadilla para ellos debido a que puede llegar ese otro momento de ver quién es el que paga todo y a quién le hacen el Bizum por hacerse cargo de la cuenta.
No solo bares y restaurantes
Esta nueva regla se está implementando en cada vez más centros de ocio, no solo en bares y restaurantes. Y si bien no está escrita en una ley que la ampare, a veces si lo está en algún cartel que lo anuncie, lo cual supone una advertencia, primero, y una ayuda, más tarde. Si al ir a pagar tú y quienes te acompañan sabéis que no vais a poder pagar de uno en uno, os podéis organizar mejor antes de levantaros de la mesa y anticipar el movimiento del dinero necesario de aquello que habéis disfrutado o de lo que vais a disfrutar.
Así sucede, por ejemplo, en centros de ocio como centros comerciales y otros en los que hay instaladas pistas de mini-golf o boleras. Si vas a disfrutar de una tarde divertida con tu pareja o con unos amigos, en determinados lugares, como en la localidad pontevedresa de Vilagarcía de Arousa, entre otros muchos, te encontrarás con un cartel que anuncie esta decisión que un buen día la gerencia decidió adoptar: no se aceptan pagos individuales. Ciertamente, en contextos así la comodidad es mayor que la de los bares y otros establecimientos de hostelería y restauración: la partida de bolos cuesta lo mismo para todo el mundo, de manera que la división es sencilla y no tendrás que ponerte a calcular quién se tomó cuántas coca-colas o cuánto costaba la hamburguesa completa de quien tenías sentado enfrente.
Mejorar la calidad del servicio
Cuestionados por la razón de esta medida, algunos propietarios y gerentes de locales responden que la razón que está detrás de esta medida es mejorar la calidad del servicio, puesto que cobrar a la antigua usanza, de uno en uno, entorpece el trabajo de los empleados y ralentiza el servicio a los demás clientes o comensales. De esta manera, por ejemplo, tener que atender a una mesa grande, con más de media docena de personas -por fijar una cifra aleatoria-, supone tener que emplear a un trabajador durante varios minutos en lo que cobra a cada uno.
Aunque a algunos clientes les pueda sorprender, lo cierto es que la mayoría lo entienden, puesto que el proceso de digitalización de bares, restaurantes u otros locales de ocio favorece no tener que estar sacando los billetes y hacer acopio de hasta el último centro para pagar la cuenta colectiva, sino, por mucho que a alguno le pueda asustar tener que pagar él con la tarjeta y tener que estar ojo avizor de que todo el mundo le abona vía Bizum, hace que todo sea bastante más ágil y que los restauradores no tengan que estar minutos empleados con una sola cuenta.
