Cuando se vive en una comunidad de vecinos hay escenas habituales. Una de ellas es la de encontrarse en el pasillo una bicicleta que el vecino ha decidido dejar en el rellano porque no ha querido meterla en casa por algún motivo, conocido o no. Esta acción es una de las más molestas para muchos, objeto de discusiones entre vecinos y que pueden llegar a marcar la relación entre los mismos.
No está permitida y la comunidad puede tomar medidas. Así, si eres tú el que deja la bicicleta, tienes que tener cuidado. La solución puede ser amistosa si te recuerdan la normativa existente y reculas, o terminar en una demanda judicial, según el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH).
Lo que dice la LPH sobre este tipo de problemas
En nuestro país, la regulación sobre el buen uso de las zonas comunes está contemplado en la LPH, la cual determina los derechos y obligaciones de los propietarios en una comunidad de vecinos. En este sentido, de acuerdo a la ley, los espacios comunes de un edificio, como son los rellanos, patios o pasillos, son de uso exclusivo para el tránsito y acceso a las viviendas. Por tanto, salvo excepciones, no se pueden utilizar para dejar o almacenar objetos personales, como es una bicicleta.
Según el artículo 9.1.a) de la LPH, “es obligación de cada propietario respetar las instalaciones generales de la comunidad y demás elementos comunes, haciendo un uso adecuado de los mismos y evitando causar daños o desperfectos”. No hay una referencia exacta a este tipo de problemas con bicicletas u otros elementos, pero suele considerarse un uso no conforme al destino de este espacio.
El Código Civil define las partes comunes
Aunque la LPH no deja claro cuáles son las zonas comunes de un edificio, el Código Civil, en su artículo 396, sí establece que partes del mismo son comunes, incluyendo de forma expresa los portales, escaleras, pasillos, corredores y rellanos. Por tanto, ningún propietario puede apropiarse de una parte de ellos ni utilizarlos de manera exclusiva.
Las causas por las que un vecino puede quejarse sobre este tipo de usos de espacios comunes son varias:
- Riesgo para la seguridad ya que se obstaculiza la evacuación en caso de incendio o emergencia.
- Molestias a los vecinos, pues se pueden bloquear puertas, ensuciar o deteriorar paredes.
- Uso indebido del espacio común ya que rompe la igualdad en el derecho de uso y genera precedentes.
- Falta de estética y convivencia al afectar a la imagen del edificio y la convivencia vecinal.
La actuación de la comunidad por dejar la bicicleta en el rellano
Si eres tú el vecino que insiste en dejar la bicicleta donde no se debe, pasillo o zonas comunes, la comunidad puede actuar en los siguientes términos:
- Vía amistosa. Te recuerda el contenido del artículo 9.1 LPH y el carácter común del espacio.
- Acuerdo en una Junta de una norma interna que prohíba de forma expresa dejar objetos en las zonas comunes. Si persiste el incumplimiento, el presidente o el administrador podría requerir formalmente al propietario para que cese en el uso indebido.
- En casos reiterados o graves, la comunidad puede incluso acudir al artículo 7.2 LPH, que permite demandar de judicialmente a quien altere la convivencia o perjudique la finca.
Los estatutos de la comunidad
Lo explicado aquí es una regla general, pero existe la posibilidad de que una comunidad de vecinos tenga un estatuto que permita el uso de espacios comunes para dejar bicicletas u otros enseres privados.