Todavía queda tiempo, pero ya muchas cabezas están pensando en la Navidad. En parte, por lo que se ve en estanterías de supermercados y comercios. Es habitual que cada año se adelante un poco más la temporada navideña, al igual que hacen campañas de ofertas como el Black Friday. Todo tiene un motivo, tal y como asegura Juan Carlos Higuera, vicedecano de EAE Business School, experto en planificación estratégica: “La competencia salvaje”. Pero Higuera aconseja, para todos aquellos que quieran ahorrar, esperar “a que pase el tiempo” porque las empresas ya han hecho su primera fase de ventas y para el resto “probablemente bajen el precio”.
El adelanto en las compras de Navidad
Higueras cree que la estrategia de adelantar la campaña de ventas tiene varias razones, pero la fundamental es la “competencia salvaje” en los mercados por conseguir la atención del consumidor. Para él, si las empresas de turrón inician su venta en diciembre, “la marca que lo haga en el mes de octubre se irá colando en la mente del consumidor”. Además, esto permitirá alargar la temporada de consumo y las ventas.
Otro de los puntos a tener en cuenta es la influencia de la planificación del gasto en un contexto de inflación, pues las marcas buscan hacerse con una parte del presupuesto del consumidor antes de que se quede se agote el dinero destinado a las compras.
Esta política funciona a las empresas, no ha duda para Higuera, que además de confirmarlo añade que “el hecho de que se adelante cada año más el proceso” es porque a las mismas les va muy bien. En sectores como el de alimentación, moda y tecnología este éxito es todavía más notable.
También hay riesgos
Pero no todo es positivo, también hay inconvenientes en el adelanto de las campañas de ventas. Entre los principales, la saturación del cliente, que puede llegar al mes de diciembre, por ejemplo, “harto de turrón” y entonces reducir su consumo. También hay otro efecto que aparece en el consumidor, la pérdida de urgencia para comprar porque se acostumbra a que aparezcan ofertas una y otra vez.
La repercusión en los diferentes actores del mercado no es la misma. Mientras que las grandes empresas son las que lideran el adelanto, las que representan al pequeño negocio se enfrentan a la decisión de qué hacer, sumarse o no. Higuera considera que no deberían hacerlo, pero reconoce que se trata de un “efecto arrastre” que llega todos y que si se quedan al margen verán reducido su espacio de mercado. La opinión del vicedecano de EAE Business School es que “el pequeño negocio no tiene la capacidad financiera de hacer lo que tiene el grande”, poniendo de manifiesto los problemas de competir en estas condiciones con gigantes del mercado.
La paciencia, clave
Ante las dudas de si el adelantamiento de las ofertas es de verdad una oportunidad de ahorro para el cliente, Higuera avisa de que puede que “nos la esté clavando”. De hecho, su recomendación para todos aquellos consumidores que tienen duda de qué hacer está direccionada a que no tengan prisa.
Su consejo es claro para todas aquellas personas que tienen como objetivo sacar el máximo provecho a su presupuesto: “Si yo quisiera ahorrar, lo que haría es esperarme a que pase el tiempo”. El motivo es que las marcas habrán hecho “la primera fase de ventas y ya para lo que queda y quieren vender bajen más el precio”. Por tanto, la paciencia es la mejor herramienta para el ahorro de las compras de Navidad.
