En muchas ocasiones, cuando queremos acabar con las cucarachas u otro tipo insectos, nos complicamos la vida más de lo necesario. Podemos llenar insecticidas que hemos comprado que dejan un olor que en ocasiones es imposible de aguantar e incluso podemos llenar la casa de trampas. Hacemos muchas cosas que no aseguran que vaya a salir todo bien cuando la solución es mucho más sencilla y la tenemos al alcance de la mano: el bote de laurel seco.
Sorprende a muchos, pero el laurel es la clave. Este ingrediente tiene un aroma penétrante que irrita a cucarachas con buen olfato. No es que con ellas se consiga matar a las cucarachas, pero sí que las incomoda lo suficiente como para hacerles pensar en una nueva visita. Su compuesto volátil tiene un efecto repelente simular al de otros aceites esenciales.
Una doble ventaja
El laurel tiene dos ventajas. La primera es que es natural y la segunda que no exige ninguna logística. Para poner el plan en marcha no hay que rociar nada, ni mezclar con agua ni colocarse guantes. Lo único que hay que hacer es esparcir unas hojas secas en esquinas estratégicas, y dejar que el olor haga su trabajo.
Estamos ante una solución doméstica, tradicional, y que debemos tener en cuenta ya que es económica, accesible y con menos aditivos químicos que cualquier aerosol de supermercado.
Otros insecticidas caseros
Además del laurel existen otros insecticidas caseros que se pueden utilizar para acabar con los insectos de una manera más natural:
- Spray insecticida con ajo
Para los especialistas, el ajo es un potente repelente natural de insectos que tiene la capacidad disuadirlos y ahuyentarlos. Para su preparación se necesita triturar en la licuadora una cabeza de ajo, algunos clavos de olor y agregar dos vasos de agua. Hay que dejarlo reposar un día para después mezclar la solución nuevamente en tres litros de agua. Ataca principalmente al pulgón.
- Fungicida con leche
Para su elaboración se necesitan ocho partes de agua, preferiblemente de lluvia, y dejar reposar el agua durante dos días. Después, añadir dos partes de leche, si puede ser desnatada mejor. A continuación hay que agregar 20 gramos de bicarbonato de sodio por cada litro de mezcla y colocarlo en el pulverizador, mezclándolo bien. Se debe aplicar dos días seguidos, siempre al atardecer o después de una tormenta. Hay que repetir cada 15 días de forma preventiva.
- Insecticida con tomate
Las hojas de tomate son ricas en alcaloides, un excelente repelente para varios insectos. Para su elaboración se necesita llenar dos tazas, con hojas de tomate picado y agregar agua. Hay que dejar reposar al menos una noche y diluir la mezcla en dos vasos de agua. Con esos simples pasos, hay que rociar son spray de tomate las plantas y luego de unos días se verán los resultados. Es importante mantener lejos de animales domésticos ya que puede llevar a ser tóxico para ellos. Ataca principalmente a pulgones, gusanos y orugas.
- Cáscaras de huevos
Estos residuos del huevo son excelentes para utilizarlos en la huerta ya que tiene un impacto doble: se pueden utilizar como fertilizante y a la vez también como repelente, en trozos o triturado. Se puede triturar y esparcir el polvo en la base de las plantas, creando una especie de anillo en la base de la planta, creando una barrera para que los caracoles y orugas no puedan ingresar, dos clases de insectos a los que atacan originalmente.
