“El desayuno es la comida más importante del día”. Es una frase muy común en la sociedad y que todos recibimos como consejo, ya sea de expertos en la materia o de otros que la han escuchado. Y se suele tomar muy en serio, que no sea del todo cierta ya que la forma de alimentarse depende del ritmo de vida y la situación de cada persona en un momento determinado.
Lo habitual, a la hora del desayuno, es que la primera comida del día esté compuesta por un café con leche y algo sólido, que pueden ser tostadas, bollerías, galletas o cereales, entre otros. Los que buscan una alimentación más saludable incorporan también la fruta y una fuente de proteínas de calidad, recomendación que dan los expertos de verdad para tener la energía necesaria para afrontar un largo día.
Lo que no suele faltar en el desayuno, con independencia de la edad, es la leche en cualquiera de sus múltiples variedades: de soja o bebidas naturales de otros tipos y de leche de vaca, las tradicionales entera, semidesnatada y desnatada. Respecto a últimas, la creencia popular suele condenar la leche entera puesto que contiene más grasa. Pero, ¿es realmente la peor para la salud? Una nutricionista nos resuelve las dudas al respecto.
Leche desnatada o entera, ¿qué tipo de leche es mejor?
María de los Ángeles García, conocida en redes sociales como Boticaria García, es doctora en Farmacia y nutricionista. Sus videos son muy populares entre los usuarios de diferentes redes sociales y en uno de los últimos explicó algunas diferencias entre la leche desnatada y la entera. Cómo puede influir la ingesta de una u otra en la salud y el estado físico.
Para García, “tradicionalmente, los lácteos enteros se han considerado la opción menos saludable porque tienen grasas saturadas, pero ahora sabemos que no todas las grasas saturadas son iguales y que no son tan malas como se pensaba”.
Mediante una conversación con un usuario que opinaba que la leche entera tiene más calorías, la doctora García le explicó que “a las calorías hay que ponerlas en su contexto”. Así, comentó que la grasa de los lácteos cuenta con un efecto saciante que no tendríamos con los que son desnatados, haciendo que queramos comer más como consecuencia.
Boticaria García afirmó que “el sabor de la leche desnatada es menos sabroso” y que hay personas que para conseguir que tenga más sabor “le echan azúcar o la acompañan de otros alimentos con más sabor para compensar”. Añade un ejemplo: “El clásico café con leche desnatada para mojar una porra”. También habla de las cantidades, pues al fina si tomamos cuatro cafés con leche desnatada “puede que estemos ingiriendo más calorías que si tomamos uno de leche entera”, dijo la nutricionista.
Como ideal fina en su vídeo sobre leche desnatada o entera, la experta recuerda algo crucial a la hora de elegir la forma en la que nos vamos a alimentar: “En nutrición nada es de color blanco o negro, todo va a depender del objetivo que una persona tenga con la dieta que está llevando a cabo, del resto de alimentos que tome durante todo el día”. De esta manera, tomar leche entera, desnatada o semidesnatada debería ser una elección basada en el resto de la alimentación que cada persona llevará a lo largo del día. Asimismo, habrá que tener en cuenta la actividad física que se haga y, sobre todo, de las recomendaciones del médico o nutricionista.
Como ven, no existe el desayuno perfecto y este tiene que ir en consecuencia con muchos factores. Lo principal, que sea una dieta equilibrada, con ejercicio físico y, sobre todo, bajo el control de un experto.
