El consumo de un coche eléctrico es clave para aquellos que buscan optimizar el gasto energético, sobre todo con el precio de la gasolina. El precio del combustible, cada vez mayor, hace que los conductores en nuestro país se decanten por los eléctricos ya que habrá un ahorro importante en el tema económico, además de otros motivos relacionados con el medioambiente y por la obtención de la etiqueta Cero Emisiones de la DGT.
También hay motivos relacionados con el mantenimiento, la exenciones fiscales y los beneficios adiciones tales como descuentos en aparcamiento o acceso en coche a zonas restringidas. A pesar de que la inversión inicial es más elevada, con el paso de los años se convierte en una alternativa más rentable que los coches de combustión.
Así se mide el consumo de un coche eléctrico
El consumo de un coche eléctrico se mide en kilovatios hora (kWh) cada 100 kilómetros, lo mismo que se hacía con los litros de gasolina. La cifra aparece que aparece en la ficha técnica del vehículo sirve como referencia, pero el consumo real depende de factores como el estilo de conducción, el peso del vehículo, la temperatura exterior o la carga transportada.
También tiene una incidencia importante la tecnología que se utiliza en cada vehículo: diferentes tipos de batería de coche ofrecen rendimientos y autonomías diferentes, lo que acaba marcando la diferencia en el consumo final.
Los factores que influyen en el consumo eléctrico
- Estilo de conducción: las aceleraciones y frenadas constantes descargan la batería rapidez.
- Temperatura: el frío reduce la autonomía porque la batería pierde eficiencia, sobre todo si se una calefacción.
- Peso y aerodinámica: un coche más pesado o con mayor resistencia al aire necesita más energía para moverse.
- Desgaste de la batería: con el paso de los años, las celdas pierden parte de su capacidad, lo que repercute de forma directa en el consumo.
¿Cuánto se ahorra con coches de combustión?
Un coche de gasolina o diésel puede suponer un coste de 1.000 euros al año en combustible. Frente a eso, un eléctrico eficiente puede ahorrar cerca de unos 700 euros anuales e incluso, en ciudades con ventajas adicionales, como Bilbao o Madrid, hay bonificaciones en impuestos y aparcamiento.
Al ahorro en energía debemos sumar que los eléctricos necesitan menos visitas al taller, que cuentan con menos piezas móviles que se desgasten. Eso reducen de forma considerable el gasto en mantenimiento en comparación con los vehículos de combustión.
Cuando se habla del consumo de un coche eléctrico no sólo hay que tener en cuenta la factura de la luz. También hay que conocer la normativa para la instalación de cargadores de coche eléctrico en garaje comunitario, ya que disponer de un punto de carga propio es la mejor manera de ahorrar y controlar el gasto energético.
En nuestro país, la Ley de Propiedad Horizontal garantiza que cualquier propietario puede instalar un cargador en su plaza de garaje, siempre que avise previamente a la comunidad. Los costes corren a cargo del interesado, pero no es necesario contar con una autorización formar y esto facilita el proceso.
¿Es rentable un coche eléctrico?
Este tipo de vehículos ya no son sólo una moda ni una opción para los más ecologistas. Se ha convertido en una alternativa práctica, con un consumo mucho más barato que los de combustión, menos gastos de mantenimiento y beneficios añadidos como incentivos fiscales.
Así, elegir un modelo eficiente permite ahorrar todavía más y aprovechar mejor la inversión inicial. Entre ahorro de energía, mantenimiento reducido y ventajas extra, el consumo de un coche eléctrico demuestra que es una opción que merece la pena tanto a medio como a largo plazo.
