Una de las fotografías más habituales a la hora de entrada o de salida de un colegio es aquella en la que aparecen multitud de coches en las puerta del centro, gran parte de ellos aparcados en doble final. Para muchos de los que llevan a sus hijos a clase es una rutina diaria, aunque eso puede conllevar un serio castigo. La normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) especifica que aparcar en doble final está prohibido y puede conllevar sanciones de hasta 200 euros. Pero va a más si esta infracción se comete en zonas escolares, pues se pone en riesgo la seguridad de peatones y conductores.
La normativa de la DGT y sus consecuencias
Las leyes sobre Tráfico y Seguridad Vial contemplan que estacionar en doble fila, sin estar el conductor presente en el vehículo, se considera como una infracción grave. Todo se complica para el infractor si la acción tiene lugar en las inmediaciones de los centros escolares, pues en los horarios de entrada y salida se originan importantes embotellamientos y aumenta el peligro de atropellos y colisiones leves.
Pero hay excepciones, la norma no es inflexible. Así, parar menos de dos minutos sin bloquear la circulación se puede considerar una excepción, siempre y cuando se cumpla estrictamente el tiempo estipulado y el conductor no abandone el vehículo. Pero en los horarios de entrada y salida es fácil superar el límite de tiempo y por tanto exponerse a una sanción. Los casos más comunes que se suelen dar son los siguientes:
- Parar brevemente sin abandonar el vehículo. No habrá sanción económica si el tiempo máximo de parada es de dos minutos y no se obstaculiza el tráfico.
- Estacionar en doble fila con el conductor del coche fuera del vehículo. La multa puede ascender a 200 euros ya que se considera una infracción grave, sobre todo en los entornos de los centros escolares.
- Generar riesgo en la circulación, obstaculizando el tráfico. La sanción puede ser de hasta 200 euros según el Reglamento de Circulación.
Las diferencias entre una simple parada y estacionar de manera prolongada
La parada implica que el conductor permanece en el vehículo y no supera los dos minutos. Si se cumple con este requisito y no se obstaculiza el tráfico, no habrá sanción para el conductor. Sin embargo, cuando el coche se queda en la calzada sin nadie dentro del mismo, al volante, o si se excede el tiempo permitido estamos ante un caso de estacionamiento en doble fila y un castigo que ronda los 200 euros.
En el caso de los entornos de colegios, el estacionamiento en doble fila dificulta a otros vehículos como autobuses escolares y pone en serio riesgo la seguridad de los menores que se mueve por la zona a pie.
Medidas para evitar las sanciones
No es necesario aparcar lejos y caminar un poco. Existen otras alternativas y consejos prácticos para esquivar multas y contribuir a una mejor circulación:
- Zona Kiss and Go: permite paradas muy breves (menos de un minuto) cerca del centro escolar.
- Transporte público o bicicleta: reducen el volumen de tráfico en las calles adyacentes al colegio.
- Organización de horarios: salir con unos minutos de antelación evita las prisas y la tentación de aparcar en doble fila.
- Compartir trayecto: los conocidos coches compartidos ayudan a disminuir el número de vehículos.
Aunque parezca una solución cómoda, la de aparcar en doble fila, las consecuencias económicas de hacerlo y el riesgo que toma no compensan el supuesto beneficio. Por tanto, lo ideal es planificar la rutina, aprovechar los espacios habilitados y respetar los límites de tiempo establecidos.
