El pasado año, la Dirección General de Tráfico (DGT) puso un total de 5.413.100 denuncias, una cifra que es la segunda más alta de toda la historia del organismo. Sólo en 2022 se superó, con 5.542.005. Unos datos que pueden tener como lectura que la rede de carreteras de nuestro país está vigilada de forma constante. En cuanto a comunidades autónomas, Andalucía está al frente del ranking con más sanciones, con 1.425.521.
Un frenazo causado por la pandemia
La Covid-19 cambió por completo el ritmo en las carreteras de España. Durante los periodos de confinamiento, las denuncias bajaron de manera abrupta al reducirse de manera drástica el tráfico. Con el fin de aquellas restricciones, muchos conductores volvieron a ponerse al volante y la DGT recuperó su actividad sancionadora habitual.
Aunque en 2022 se alcanzó el récord absoluto con más de 5,5 millones de multas, el año 2023 mantuvo un nivel muy elevado con 5.148.398 denuncias. Este último trienio se ha convertido en el más sancionador de la historia. En total, más de 15 millones de sanciones.
Las comunidades autónomas con más denuncias
Como Cataluña y País Vasco gestionan sus propias competencias de Tráfico, las estadísticas de la DGT señalan a Andalucía, Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana como aquellas regiones con mayor número de multas de tráfico. Andalucía está en la posición más alta con 1.425.521, segunda de Madrid, con 657.070 y Valencia, con 581.044.
Esta distribución no es casual, atiende a varios motivos. Andalucía, por ejemplo, tiene un volumen de tráfico muy elevado, especialmente en temporada turística, lo que multiplica los controles. En cuanto a Madrid, con una gran población, y Valencia, con un intenso tráfico tanto a nivel urbano como interurbano, también han visto como sus conductores se enfrentan a un número creciente de sanciones.
Las clasificación por provincias
Si nos fijamos en las provincias españolas, Madrid es la primera con sus 657.070 denuncias tramitadas el pasado 2024 por la DGT. En segunda posición se encuentra Málaga, con 331.520, y le sigue Cádiz, con 325.473. Estos números reflejan que ciertas provincias, por su densidad de población o intensidad de tráfico, son auténticos puntos calientes sancionadores.
En todas ellas, los conductores se encuentran con controles de velocidad, vigilancia de cinturón y llamadas de atención por el uso del teléfono móvil. Esa combinación de factores – alto volumen de vehículos, medidas de prevención y campañas divulgativas – hace que las cifras en cuanto a multas sigan creciendo.
El objetivo de la DGT no es recaudar
Si hay una cosa que quiere dejar clara la DGT es que el único motivo de tanta vigilancia es la seguridad vial. No pretende recaudar y sí salvar vidas. Sancionar a casi 620 conductores por hora puede parecer excesivo, pero cada control está pensado para evitar un accidente grave.
Desde Tráfico recuerdan de manera constante que respetar los límites y las normas es la única forma segura de circular. Y, aunque algunos vean los radares como enemigos, en realidad se trata de una herramienta para reducir siniestros.
Desde la DGT se traslada que, en un contexto en el que cada vez hay más radares y controles, son los conductores los que tiene la última palabra. Así, cumplir las normas establecidas, planificar los desplazamientos y mantener la atención al volante son gestos sencillos que, a la larga, reducen tanto el riesgo de accidente como de una multa inesperada.
La mejor manera de evitar una denuncia no es la de esquivar el radar, simplemente hay que respetar las normas desde el primer kilómetro recorrido. Aunque las cifras de 2024 asusten, deben servir para recordar que la seguridad vial es cosa de todos.
