Viajar con una mascota es cada vez más habitual, pero no se puede hacer de cualquier manera. Si no se cumplen una serie de normas, puede salir muy caro. Desde Dirección General de Tráfico (DGT) y la Ley de Bienestar Animal se exige que los animales vaya correctamente sujetos con dispositivos homologados. De no ser así, la multa puede ir desde los 80 euros a los 200.000 euros en los casos más extremos.
La normativa no deja dudas, las mascotas deben ocupar un lugar seguro y no puede interferir nunca en la conducción. El Reglamento General de Tráfico señala que el conductor tiene que “asegurar la adecuada colocación de los animales transportados para que no haya interferencias entre él y cualquiera de ellos”. A su vez, la Ley de Bienestar Animal clasifica las infracciones según el perjuicio causado al animal, estableciendo tres niveles sancionadores: leves, graves y muy graves.
Sistemas de retención homologados
Antes de iniciar la marcha conviene elegir un método que garantice la seguridad del animal y la del resto de los ocupantes del vehículo. La DGT recomienda arneses de doble anclaje, rejillas divisorias y transportines correctamente instalados. Incluso se estudio la opción de incluir un asiento para animales, pero fue rechazado al constatarse que no protegía en caso de impacto. Las opciones válidas según Tráfico y Bienestar Animal son:
- Arnés de doble anclaje anclados al cinturón del vehículo.
- Rejilla homologada que separe habitáculo y maletero.
- Transportín colocado en el suelo de los asientos traseros o sujeto en el maletero.
Además de multa por no llevar alguna de estas opciones, hay que añadir que un animal suelto se convierte en un peligroso proyectil en caso de frenazo brusco.
Las sanciones por llevar al perro suelto
La cuantía a pagar según la infracción cometida son las siguientes:
- Mascota suelta sin interferir en la conducción, 80 euros.
- Mascota suelta que provoca interferencia, 200 euros.
- Infracción leve a la Ley de Bienestar Animal, 10.000 euros.
- Infracción grave a la Ley de Bienestar Animal, 200.000 euros.
Cumplir con los dispositivos de retención evita sanciones y, sobre todo, protege vidas.
La penalización máxima
La mayor cuantía de multa es la que se reserva para conductas que dañan gravemente al animal. Un ejemplo extremo es dejarlo olvidado dentro del coche bajo altas temperaturas, provocándole la muerte por golpe de calor. Este comportamiento se cataloga como muy grave y la multa es de hasta 200.000 euros. Por tanto, además de sujetarlo hay que asegurarse de que el animal viaje en condiciones adecuadas de ventilación y temperatura.
Errores comunes en el transporte de animales
Aunque parezca increíble, son muchos los conductores que siguen improvisando sujeciones, un riesgo por el peligro que puede generar y la sanción que puede conllevar. Por ello, desde la DGT se desaconsejan las siguientes acciones:
- Llevar al perro en brazos o entre los asientos. En un frenazo, el animal puede salir disparado contra el parabrisas.
- Arnés de paseo enganchado al cinturón, pues no soporta la tensión y puede estrangular al animal.
- Transportín en el suelo entre asientos. En un choque frontal, la jaula se comprime y el animal impacta contra la estructura metálica.
- Correa reposacabezas. Las anillas ceden y la mascota puede salir despedida por la ventanilla.
En definitiva, a la hora de viajar con mascotas hay que hacerlo siempre con un sistema de sujeción homologado, la cartilla veterinaria al día y parando de vez en cuando, lo que servirá para proteger al animal y evitar sanciones.
