A la hora de evitar una multa de tráfico, muchos conductores centran su objetivo en salvar la presencia de radares en la red de carreteras. Cuando se aproximan a uno, se levanta el pie del acelerador y posteriormente se continúa a la velocidad que se estaba yendo. Así creen que se pueden librar de un sanción económica, pero están equivocados, Y es que hay otros motivos por los que un conductor puede ser multado. Desde la Dirección General de Tráfico no sólo se vigila la velocidad, también el correcto estad ode todos los elementos esenciales de un vehículo, como es el caso de la matrícula. Una mala presentación puede acabar en castigo y eso es algo que muchos propietarios de automóviles desconocen o subestiman. Pero no deben hacerlo, pues el estado de esta placa identificativa es crucial y las autoridades ponen mucha atención en ello, no pasan por alto su deterioro o ilegibilidad.
Una obligación legal
Que la placa de matrícula esté en perfectas condiciones no es únicamente por una cuestión estética, sino que se trata de una obligación legal que está recogida en el Reglamento General de Vehículos. Es clave para la correcta identificación del coche en cualquier circunstancia y para el buen funcionamiento del control de tráfico.
Desde la simple suciedad acumulada tras viajes por diferentes caminos hasta dobleces por una mal aparcamiento, incluyendo adornos que tapan parcialmente los caracteres alfanuméricos, las razones por las que un conductor puede ser multado son variadas. Y eso que en la mayoría de los casos se produce esta falta por despiste o dejadez, más que por una mala intención. Pero la normativa es firme, no distingue el motivo.
La matrícula es del DNI del coche
Al igual que las personas tenemos el DNI, la matrícula es el documento de identidad intransferible de nuestro coche, un código alfanumérico único que lo vincula legalmente con el propietario y con sus características técnicas. Esto es lo que permite su seguimiento y control en enorme parque móvil nacional que circula por la red de carreteras de nuestro país. Por ello su correcta visibilidad es un pilar básico para el funcionamiento del sistema de tráfico y seguridad vial que supervisa la DGT, garantizando que cada vehículo puede ser identificado sin problemas cuando sea necesario, ya sea por agentes de la autoridad o por sistemas automáticos de vigilancia y control vial. Esta identificación no es sólo para sancionar posibles infracciones, es por la seguridad en general.
En el momento en el que una matrícula se vuelve ilegible, por suciedad extrema, daño físico considerable o cualquier otro motivo, se crea un obstáculo importante para la labor de las autoridades y el funcionamiento de sistemas automatizados, como son los lectores de peajes electrónicos, las cámaras de control de velocidad y los sistemas de acceso a zonas de bajas emisiones en las ciudades.
Esta dificultad para la identificación no sólo entorpece la correcta sanción de infracciones de tráfico, también complica sobremanera la investigación de delitos, como robos o accidentes con fuga, y la localización rápida de vehículos implicados en incidentes graves, afectando a la seguridad ciudadana.
¿Qué se considera una matrícula en mal estado?
- No está bien colocada.
- No se leen bien sus caracteres.
- Está manchada con polvo o barro.
- Lleva algún tipo de decoración que imposibilita su legibilidad.
- Está rota o doblada
- La luz que la ilumina no funciona, haciéndola ilegible en horas nocturnas.
- Se ha manipulado para engañar a los radares.
Posibles multas en España
- 200 euros si se circula sin matrícula, si no se ve correctamente o no se leen sus datos.
- 000 euros y seis puntos del carnet si se ha manipulado.