Hasta ahora estábamos acostumbrados a que si había una multa de tráfico, la misma llegase a nuestro poder pasado un tiempo. Tanto que a veces no recordábamos a qué se podía deber ni cuando fue. Pero todo cambia y la Dirección General de Tráfico (DGT) no quiere que ‘se olvide’ el motivo de la multa, pretende que esté fresca. Por ello ha puesto en marcha la llamada multa exprés, un sistema que reduce de forma drástica el tiempo entre la infracción y la llegada de la notificación al infractor.
Si antes el envío podía tardar hasta 52 días, desde ya lo hará en siete días. Esto tiene un objetivo pedagógico: cuanto antes uno sepa que le han pillado y por ello le castiga, más rápido, en teoría, rectificará su conducta.
Un recorte muy agresivo en el tiempo
La principal novedad se encuentra en el tiempo récord de notificación de la multa. De los 52 días a apenas una semana. Ese recorte tan importante en el tiempo busca que el conductor relacione de manera inmediata su mala maniobra con la sanción que se le ha impuesto. Además, se pretende que se refuerce la conciencia de seguridad vial.
Desde la DGT insisten en que el impacto va más allá de los conductores. De acuerdo con el organismo de, “la normativa sobre tráfico no solo se aplica a los conductores de vehículos, sino a todos los usuarios de la vía, como peatones o ciclistas”. Por tanto, el sistema exprés quiere convertirse en un toque de atención rápido para cualquiera que se salte las normas, desde el coche hasta el patinete.
El reloj para pagar una multa empieza antes
En el bolsillo también se nota la rapidez de entrega de la notificación. La sanción mantiene la tradicional clasificación en leves, graves y muy graves, con unas cantidades que variarán dependiendo de su nivel, además de la posible pérdida de puntos. También se mantiene la ventaja de reducir el coste de la sanción un 50% si se abona dentro del plazo estipulado como voluntario, 20 días.
Respecto a esto, hay que tener en cuenta una diferencia. Como la notificación llega antes, el reloj empieza a contar mucho antes para no tener que pagar la cantidad fijada y poder conseguir una rebaja a la mitad, que es algo que siempre viene bien y lo que siempre se suelen acoger los conductores sancionados.
Lo que hay que hacer para no recibir una multa
Para no tener un gasto extra y exprés, lo que hay que hacer es algo muy sencillo: respetar la normativa de Tráfico. Por tanto, hay que recordar ciertos puntos antes de iniciar el desplazamiento que se vaya a hacer:
- Respetar los límites de velocidad fijados en cada tramo, pues el exceso de velocidad sigue liderando el ranking de sanciones.
- Hay que olvidarse del móvil mientras se está al volante. Nada de mensajes, ni de notas de voz. Un despiste puede resultar caro y no sólo económicamente.
- El cinturón, siempre bien abrochado ya que la seguridad de todos y cada uno de los que están en el vehículo está por encima de cualquier excusa.
- Cero alcohol y drogas cuando se conduce, no sólo la vida de quién consume está en juego en una carretera.
- Hay que tener la documentación al día: ITV y seguro en regla, sobre todo.
En conclusión, con la multa exprés se pretende que el conductor aprenda a la primera y no a la segunda ni tercera ocasión. Hay que reducir la distancia entre el error y la amonestación.
