Al volante, máxima precaución. Incluso aquello que se puede considerar inofensivo, analizándolo bien, puede conllevar un problema y una sanción de la DGT. Hay cosas que algunos conductores hacen de forma frecuente que pueden tener graves consecuencias, tanto físicas como monetarias, y una de ellas e la de conducir con el codo en la ventanilla. Aunque hacerlo no es sancionable por la postura, si se reduce la libertad de movimientos o el campo de visión o se descuida la atención permanente, un agente puede decidir multar al conductor y la cuantía estaría entre los 80 y los 200 euros.
Por qué te puede multar la DGT
Aunque poner el codo en la ventanilla es una postura habitual en la realidad y que hemos visto en mil y una escenas de cine, la seguridad puede quedar comprometida si esta acción compromete la seguridad tanto del conductor como de los acompañantes e incluso de otros usuarios de la vía. Por tanto, si los agentes de tráfico consideran que esta posición, en un momento concreto, afecta a la conducción, pueden aplicar el Reglamento General de Circulación y proponer sanción económica. El marco sancionador se apoya en tres preceptos que inciden en la seguridad y el control, que son los siguientes:
- Artículo 18.1. En el mismo se especifica que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente en la conducción; así como cuidar la posición adecuada”.
- Artículo 17.1. Estable que “los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos”.
- Artículo 3.1. Se dice que la forma de conducción “debe hacerse con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno”.
Por tanto, según el Reglamento General de Circulación, llevar el codo o el brazo fuera del coche puede ser denunciado si, a juicio de los agentes, se incumple alguno de estos artículos.
El castigo y el criterio de los agentes
Las infracciones que vulnera uno o varios de estos preceptos pueden ser consideradas como leves y también como graves. Por tanto, la sanción económica oscila entre los 80 y los 200 euros. Por este motivo, la valoración es casuística, se examina si con esta posición hay una merma en la libertad de movimientos, si se reduce el campo de visión o si se descuida la atención permanente.
Esta misma política se sigue, por ejemplo, en lo referido a la vestimenta durante los meses de verano. Conducir con chanclas, bañador o sin camiseta no es algo que se persiga por la prenda en sí, sino por el riesgo añadido que puede suponer en caso de que se produjese una maniobra o accidente. Es obligación del conductor mantener en todo momento una posición adecuada y plena capacidad de control.
Los riesgos de esta costumbre
Más allá de prevenir cualquier sanción económica, el mayor riesgo de esta práctica, aunque parezca inofensiva, es el físico. Sacar el brazo por la ventanilla puede tener consecuencias graves en caso de colisión lateral, roce con otro vehículo o un impacto contra los elementos de la vía. En estos supuestos, el conductor se expone a sufrir lesiones severas e incluso amputaciones.
Desde Tráfico, para evitar todas estas posibles consecuencias, se recomienda no llevar a cabo conductas que puedan dificultar el control del vehículo y, por supuesto, proteger la seguridad del conductor y la del resto. Por tanto, además del codo, lo ideal es con la indumentaria correcta, aquella que no compromete la seguridad de quien está al mando del coche ni tampoco la los usuarios que están a su alrededor.