El alcanzar el periodo de jubilación es una de las cosas que preocupan a los que están cerca de ella y también a los que todavía la ven lejana. En estos momentos, para poder obtenerla es necesario acreditar un número de años cotizados determinado y tener la edad legal para convertirse en pensionista. En general, la cifra, en años, de jubilación ordinaria se sitúa en nuestro país en los 66 años y 6 meses en este 2025.
La otra opción, si se confirman 37 años y 9 meses de cotización se puede conseguir a los 65 años. Pero hay quién ya mira más allá, a superar la barrera de los 70 años para poder jubilarse. Estaría en los 71 años. Así lo asegura un estudio de Ivie y la Fundación BBVA, que considera que muchos deberán retrasar su edad de retiro hasta reunir el tiempo de cotización suficiente.
El acceso tardío al trabajo, clave
De acuerdo con el estudio, los jóvenes actuales que sólo hayan podido cotizar 30 años hasta la fecha de su jubilación deberán retrasar la misma hasta los 71 años para tener derecho a una ayuda económica similar a la de su último salario. Eso lo lograrían a los 65 años aquellos con 40 años de cotización, mientras que a los 68 años lo que acumulen 35 años cotizados.
El informe incide en que “el acceso más tardío a un empleo dificultará que los jóvenes de hoy en día logren completar carreras laborales suficientemente largas y, por lo tanto, tendrán que prolongar su permanencia en el mundo laboral para conseguir una pensión que les permita mantener su nivel de vida”.
Esto tiene como punto de partida que la tasa de ocupación de las personas que tienen edades comprendidas entre los 16 y los 29 años, el pasado 2024, era del 43,2%, nada más y nada menos que 15 puntos por debajo de la marca registrada en 2007 para este mismo grupo de edad, que rondaba el 60%.
Las reformas no se traducen en cambios
El estudio también deja claro que las reformas que han sido aprobadas en los últimos años en el sistema de pensiones, que influirán en el cálculo de las prestaciones en un futuro cercano, tampoco favorecerán a que los trabajadores más jóvenes puedan acceder antes a la jubilación. Entre los cambios previstos figuran el aumento de la edad legal de jubilación hasta los 67 años para aquellos que han cotizado menos de 38 años y medio en 2027, así como la exigencia de tener cotizados 37 años para poder alcanzar el 100% de la base reguladora en ese mismo año.
A estos se debe añadir la ampliación progresiva del periodo de cómputo para calcular dicha base, que alcanzará en 2044 la consideración de los 27 mejores años dentro de los últimos 29 años.
El ahorro, la única vía
El estudio asegura que la única vía para que los jóvenes de hoy en día puedan evitar retrasar su retiro hasta los 71 años será la de disponer de un colchón de ahorro suficiente, ya sea mediante planes de pensiones privados, herencias u otros activos financieros. Si no, de acuerdo con la legislación actual proyectada hasta 2065, se alcanzaría una tasa bruta de reemplazo del 90% sólo con carreras de cotización de 40 años o más y una edad de jubilación de 65 años.
Para lograr el mismo nivel de reemplazo con una trayectoria de 35 años cotizados, habría que retirarse a los 68 años. Si se han cotizado sólo 30, habría que retrasarla hasta los 71 años.
Por tanto, nos encontramos ante un desafío generacional considerable y por el que es importante fomentar la educación financiera y el acceso a instrumentos de ahorro a largo plazo para gozar de una jubilación digan y sostenible.