La lavadora y el frigorífico son dos de los electrodomésticos que más se utilizan en los hogares, pero no son los que más consumen. Si nos atenemos a un estudio realizado por la Agencia Estatal de Energía de Suecia, es la secadora el aparato que más electricidad consume. Un resultado que sorprendió a los investigadores y que también ha causado sorpresa cuando se hizo público.
En el estudio participaron numerosas personas y un 35% de ellas dijo que las placas de inducción son las que mayor consumó energético tienen, acertando en este dato. Pero el dato sorprendente fue el que define como ‘culpable’ del alto consumo de energía a la secadora, que supera incluso el consumo anual de otros electrodomésticos como el frigorífico y la lavadora.
De los más utilizados
La secadora es uno de los electrodomésticos que más se usan en las casas, sobre todo en los meses de temperaturas más bajas o lluviosos. A pesar de ello, su consumo suele pasar desapercibido, no se repara en eso. Pero el uso frecuente de este aparato conlleva que la factura de la electricidad pueda aumentar de manera considerable. El coste puede variar, depende de varios factores como por ejemplo la potencia con la que se usa, pero generalmente oscila entre los 1.000 y los 3.000 vatios. Si al día funciona durante un hora, se consumen aproximadamente 1.200 kWh, lo que se traduce en un gasto anual de 48 euros aproximadamente.
Todos debemos ser conscientes del impacto energético de los electrodomésticos, algo que puede ayudarnos a tomar decisiones más sostenibles y contribuir a crear un hogar más eficiente y respetuoso con el medio ambiente. Por tanto, reducir u optimizar el uso de la secadora, así como considerar otras opciones de secado (aire libre o estufas de calor), puede marcar una diferencia significativa tanto en el consumo de energía como en el coste para nuestra economía.
Ser conscientes del impacto energético de nuestros electrodomésticos puede ayudarnos a tomar decisiones más sostenibles, contribuyendo a un hogar más eficiente y amigable con el medio ambiente. Reducir o optimizar el uso de la secadora, así como considerar alternativas como secado al aire libre o en estufas de calor, puede marcar una diferencia significativa tanto en el consumo energético como en el costo económico.
Otros aparatos
Minimizar el coste energético, y por tanto el económico, requiere identificar los dispositivos que acumulan estas cargas y tomar medidas sobre los mismos: desconectarlos de la corriente cuando no son utilizados o emplear regletas, por ejemplo. Alguno de los electrodomésticos que más gasto producen son los siguientes:
- El frigorífico. Funciona las 24 horas del día y para reducir el consumo habría que asegurarse de que las juntas de las puertas están en buen estado, ajustar la temperatura a los niveles recomendados (4 y 5 grados para el refrigerador y -18 congelador) y no introducir alimentos calientes.
- La televisión. Su hábito de permanecer en modo espera lo convierte en un contribuyente constante al consumo fantasma. Si lo desconectamos de la corriente cuando no está siendo utilizado traducirse en un gran ahorro.
- Calefactores eléctricos y aires acondicionados. Los calefactores eléctricos son grandes consumidores de energía. Por su parte, los aparatos de aire acondicionado también requieren un uso racional: mantener las temperaturas en niveles moderados (entre 20 y 22 grados en invierno y 24 y 26 grados en verano) puede suponer un ahorro significativo.
Cómo reducir el impacto
- Desconectar lo innecesario.
- Optar por electrodomésticos con etiquetas de alta eficiencia, como las clasificaciones A++ o superiores.
- Utilizar los aparatos en horarios de menor demanda energética.
- Mantenimiento regular. Por ejemplo: limpiar los filtros del aire acondicionado, mantener el frigorífico en condiciones óptimas y descalcificar la lavadora son prácticas que prolongan la vida útil de los electrodomésticos y mejoran su rendimiento.