La percepción sobre las marcas blancas entre los consumidores españoles ha ido cambiando con el paso de los años y en la actualidad, cerca de un 80%, considera que son iguales o incluso mejores que las firmas fabricantes. Este dato aparece en el estudio La distribución toma el control elaborado por la plataforma Shopadvizor, que señala un cambio de paradigma en el consumo, pues la marca de distribuidor, blanca, ha dejado de ser una opción para convertirse en la principal en el gasto de las familias.
De acuerdo al informe, el 92% de los usuarios incluye algún producto de marca blanca en su cesta de la compra habitual y 3 de 10 afirma comprar más artículos de MDD (marca de distribuidor) que hace un año.
Un cambio en la percepción de las marcas blancas
Aunque el precio continúa siendo el principal factor de la decisión que toman las consumidores, el 90% lo asegura, el estudio apunta también a un cambio en la percepción de la MDD, que cada vez se valora más por atributos adicionales. La conexión emocional (82%), la variedad (81%), la confianza (77%), la calidad (76%) y la familiarización (72%) se consolidan como elementos determinantes en la elección de compra, más allá del ahorro.
Diego Chorny, CEO de Shopadvizor, explicó que “la marca de distribución ha superado su rol tradicional como alternativa económica para consolidarse como una opción estratégica de valor. Ya no compite sólo por precio, sino por atributos como la calidad, la confianza y la afinidad”. Añade que “la marca blanca se mantiene en el carro de la compra no por necesidad, sino por convicción. Los consumidores ya no la perciben como una alternativa de menor valor ligada al precio, sino como una opción fiable, competitiva e, incluso, preferida frente a las marcas tradicionales”. Esta misma idea la comparten responsables de marketing de marcas líderes que participaron en el II Encuentro de Marketing organizado por la FRS con la colaboración de Shopadvizor.
Un nuevo escenario
Con este panorama, las marcas blancas se posicionan como una opción racional y emocionalmente validada, sobre todo entre las generaciones más jóvenes, que es el colectivo que más impulsa esta tendencia. El rango de consumidores menores de 35 años es el que presenta un mayor crecimiento en cuanto a marcas blancas durante el último año. Así, del 92% que incluye estos productos en la cesta, el 50% consideran que son iguales, el 25% mejores y el 17% mucho mejores que los ofrecidos por las marcas tradicionales.
Algunas clásicas son insustituibles
A pesar del protagonismo de las marcas blancas, hay marcas tradicionales a las que los consumidores no renuncian. Una de ellas es Coca-Cola, que encabeza el listado de firmas imprescindibles para los consumidores. Le siguen Nestlé y Danone. En cuarto lugar ya aparece una marca blanca, Hacendado de Mercadona: “Este dato confirma que la MDD ha dejado de ser simplemente una opción económica para pasar a ser una elección consciente, reconocible y con valor propio”, asegura Chorny.
Aunque las MDD han ganado protagonismo en cuanto a confianza, calidad percibida y fidelidad, todavía existen aspectos en los que no logran igualar a las marcas de fabricante. De acuerdo con el estudio, los consumidores perciben a las tradicionales como más fuertes en aspectos tales como la innovación en el packaging y diferenciación, la incorporación constantes de referencias nuevas, el compromiso con la sostenibilidad o la apuesta por productos premium y vinculados al placer.
Por ello, desde el estudio de Shopadvizor concluyen que “las marcas blancas tienen margen de mejora”.