Malos hay en cualquier parte y por desgracia son miles los métodos que utilizan para conseguir lo que pretenden, hacerse con lo que no es suyo. En la mayor parte de sus actuaciones se aprovechan de la confianza y también del nerviosismo que se genera en las personas para lograrlo. Una prueba de ello es una de las nuevas estafas que se están dando en aeropuertos, la llamada estafa de la maleta: informan a un viajero de que hay un problema con su equipaje, se lo llevan a un punto ciego sin cámaras y mientras uno lo distrae con supuesto papeleo, otro le quita todas sus pertenencias de valor.
El primer paso está claro, la selección de la víctima. Los estafadores buscan a viajero que parezcan desorientados, cansados o cargados con varios bultos, algo que no es para nada complicado encontrar en un aeropuerto. Después, se acercan a él y le informan de un problema inexistente, como por ejemplo que la maleta ha sido dañada o retenida en aduanas. Esta mentira, creíble, genera una alarma inmediata en el viajero.
Después, el estafador le pide al viajero que lo acompañe a una oficina que está apartada para solucionar el problema. Este es el momento clave, ya que al alejar al viajero del flujo de pasajeros, lo llevan a un punto ciego sin cámaras ni vigilancia de las fuerzas de seguridad. Mientras que uno lo distrae con el falso papeleo o preguntas absurdas, un cómplice aprovecha para sustraer sus pertenencias de valor: bolso, mochila y portátil, entre otros objetos.
El perfil de la víctima de esta estafa
No se trata de una cuestión de ingenuidad, sino de cómo cada uno reacciona bajo presión. Después del cansancio que produce un viaje y el estrés, cualquier viajero puede ser un blanco fácil.
También está en contra de los viajeros que se confía en personas que llevan uniforme, como puede ser chalecos de Aena. Por tanto, este timo se apoya en el principio de autoridad y por ello desde la Guardia Civil se insiste en que la confianza ciega en desconocidos es el principal factor de riesgo en aeropuertos.
La advertencia de la Guardia Civil
La Benemérita avisa y lo deja claro: ningún empleado del aeropuerto abordará a una persona de esa manera para resolver un problema con su equipaje. Cualquier incidencia real se comunica a través de los mostradores oficiales de la aerolínea o de Aena, nunca en mitad de un pasillo o a la carrera.
Por ello, se ha reforzado la presencia de agentes de paisano, pero la prevención personal sigue siendo la herramienta más poderosa contra estos delitos. Así que no hay que dejarse llevar por las prisas ni la urgencia. Desde la Guardia Civil se recomienda mantener la calma y no perder de vista las pertenencias en ningún momento y declinar la ayuda. En esta situación hay que dirigirse a un punto de información oficial o buscar a una patrulla. Hay que recordar que los estafadores evitan cualquier tipo de confrontación o el contacto con la autoridad real, por lo que este gesto ayudará a que desistan.
Barajas, el centro de acción
Aunque el foco actual se encuentra en el aeropuerto de la capital de España, estas prácticas no son exclusivas de un solo lugar. Los grupos de delincuencia que operan con esta metodología suelen ser itinerantes, por lo que pueden estar cualquier otro día en la Estación de Atocha o en Barcelona, en El Prat. Desde la Guardia Civil se trabaja en coordinación con otros cuerpos para combatir y anticiparse a los movimientos de estas bandas.