China sigue creciendo y se consolida como una potencia mundial en el mercado automovilístico. El gigante asiático tiene las cosas claras, algo que parece que no tanto dos de sus competidores: Estados Unidos se encuentra en un estado de locura con los aranceles a todos los países y la Unión Europea parece que todavía no ha encontrado el camino para dar estabilidad a este sector.
Las últimas decisiones tomadas por la UE están sorprendiendo a muchos, pues consideran que no se ajustan a una idea clara, a un objetivo. Después de las últimas decisiones tomadas en el seno de la industrial del motor, su respuesta ha sido la prohibición de coches de combustión para dentro de una década y el retraso de las multas por las emisiones de CO2.
Además, otra medida que ha sorprendido, es su marcha atrás después de su apuesta por los aranceles a la entrada de vehículos eléctricos chinos al viejo continente. Después de un año de investigación y tensión comercial entre ambas potencias, la Comisión Europea impuso aranceles adicionales que fueron aprobados a finales del pasado 2024. Ahora, cuando se está dentro de una guerra comercial por las decisiones que ha tomado la Administración de Donald Trump, la Unión Europea parece que está dispuesta a negociar con China la eliminación de los aranceles que le impuso en su momento, hace apenas unos meses. Eso sí, China tendrá que mover ficha y dar algo a cambio.
Precios mínimos para los coches eléctricos que llegan desde China
Diversos medios de comunicación alemanes, las negociaciones entre la Unión Europea y China ya han comenzado y tienen como objetivo la eliminación de estos aranceles, aunque también la imposición de una medida al país asiático: la fijación de unos precios mínimos para los coches eléctricos que procedan de allí y se comercialicen en el territorio europeo.
La primera toma de contacto, según fuentes cercanas a la Comisión, tuvo lugar entre el comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, y el ministro chino de Comercio, Wang Wentao. China ha dado el visto bueno a la condición propuesta desde Europa, algo que ya estuvo sobre la mesa en las negociaciones previas a la imposición de los aranceles. Antes no fue posible y ahora se ha aceptado, o eso parece.
Desde el gobierno europeo se apunta a que el acuerdo sólo será posible si se respeta la condición de que los precios mínimos sean tan efectivos como los aranceles actuales, que llegaron hasta el 35,3% en el peor de los casos, a los que había que sumar el 10% ya existente.
China, la gran beneficiada
No sería la primera ocasión en la que se imponen precios mínimos, pero sí que sería la primera vez que se hace en productos tan complejos como son los automóviles. Según varios analistas, la gran beneficiada será China y los perjudicado los consumidores europeos, que pagarán más tras la firma de este acuerdo.
Los más críticos consideran que la eliminación de aranceles y el establecimiento de precios mínimos conllevará que los fabricantes chinos no pagarán las tarifas adicionales y tendrán un mayor margen de beneficios por cada coche eléctrico que vendan aquí. En cambio, los compradores tendrán que pagar aquí un precio más alto impuesto por Europa.
Por tanto, ven en esto una jugada maestra para las marcas de automóviles chinas, que buscaban esto desde el primer momento en el que se iniciaron las conversaciones. Así, vendrán grandes cantidades en China a precios reducidos, apostando por el volumen, y en Europa sacarán un mayor beneficio económico. Así puede compensar las pérdidas de su negocio en Estados Unidos, que se verá mermado por la guerra cancelaria existente entre ambos, que llega al 145% en todas las importaciones de productos chinos y al 84% a los norteamericanos.