Los cambios de hora se han convertido en un fecha clave en el calendario de todos los españoles. Dos veces al año, en las estaciones de primavera y otoño, los relojes se ajustan para dar el paso al horario de verano a o al de invierno. La medida, que se aplica de forma coordinada en toda la Unión Europea (UE), busca adaptar los horarios a la luz solar y, en teoría, ahorrar energía.
A pesar de que ya forma parte de nuestra rutina, cada vez que hay que cambiarla surgen las mismas preguntas: ¿qué día se hará? y ¿en qué dirección se mueve el reloj? El Boletín Oficial del Estado (BOE) despeja la incógnita y confirma la fecha exacta del próximo ajuste horario: el 26 de octubre a las 03:00, retrasándose de nuevo hasta las 02:00.
Un día de 25 horas
El cambio al horario de invierno de 2025 llegará mucho antes de lo que lo hizo en 2024. De acuerdo a lo recogido en el BOE, se producirá durante la madrugada del sábado 25 de octubre al domingo 26. Mientras que en la en la Península y Baleares los relojes pasarán de las 03:00 a las 02:00, en Canarias será desde las 02:00 a las 01:00. Esto significa que el domingo 26 de octubre tendrán 25 horas.
El cambio, nada más levantarse
El efecto inmediato es claro, pues esa noche dormiremos una hora más aunque a partir de esa fecha los días se harán más cortos y anochecerá mucho antes. Aunque la mayoría de los dispositivos electrónicos (móviles, ordenadores y televisores) cambian de hora de forma automática, todavía quedan dispositivos que hay que ajustarlos a mano (relojes de pulsera o de pared). La recomendación es hacerlo nada más levantarse el domingo, evitando de esta manera desajustes durante el día.
Más allá de lo práctico, el cambio horario se nota sobre todo en la rutina diaria. A partir de ese momento amanecerá antes, pero las tardes perderán luz antes. Para muchos esto conlleva modificar los horarios de trabajo, de ocio e incluso descanso.
Así afecta el cambio de hora al sueño
Especialistas en sueño recuerdan que, aunque el cambio de hora sea a para ganar una hora, también puede alterar nuestro reloj biológico. Algunas personas siente más cansancio, sueño desordenado o cambios de ánimo en los días posteriores. Por ello, los expertos recomienda ajustar los horarios de sueño y comidas de forma gradual los días previos para minimizar el impacto. También se aconseja aprovechar la luz natural durante el día y evitar las pantallas antes de ir a dormir, para que la adaptación sea más rápida.
El sistema de cambio horario lleva años siendo objeto de debate. Bruselas planteó en 2018 la posibilidad de eliminarlo y dejar a cada país decidir si mantener el horario de verano o el de invierno de manera permanente. Sin embargo, la falta de consenso entre los mientras de la UE hizo que se mantuviese la norma vigente, al menos hasta el próximo 2026.
España, dos veces al año
Nuestro país seguirá ajustando los relojes dos veces al año, una situación que también es discutida a nivel nacional. Los expertos recuerdan que, por la posición geográfica, España debería tener el uso horario de Portugal y Reino Unido (UTC +0), aunque en la práctica continúa ligada al horario de Europa Central.
El cambio al horario de invierno no marca el inicio oficial de la estación. El invierno astronómico llegará el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio. Ese será el día más corto del año y, a partir de ahí, las jornadas volverán a alargarse poco a poco hasta la primavera.