Hace una década se lanzó el último capítulo de Friends, seguramente una de las series más vistas de la historia. Tal era la expectación por este especial capítulo que tuvo una audiencia de 52 millones de espectadores. A día de hoy, son muchos los que siguen viendo esta producción de los 90 y se identifica con alguno de sus seis personajes.
¿Por qué gustaba tanto Friends? Algunos de los motivos
- El storyline nunca pasará de moda
Esta serie se supo mantener, a base de humor, durante 10 temporadas con un guion finísimo, que no estaba basado en acontecimientos específicos de su contexto. Vivía de chistes con los que cualquiera, con indiferencia de la edad o su situación, se podía relacionar. Se trataba de un guion rápido, ingenioso, profundo en detalles. Por otro lado, he hecho de tener a un grupo de amigos que vive diferentes situaciones con los que muchísimas personas puedan relacionarse (amor y trabajo, por ejemplo) también es un atractivo para la serie. Muchos han tratado de replicar Friends, pero ha sido imposible.
- Los personajes
Al igual que la audiencia se siente identificada con la historia, también cada uno de los espectadores con uno de los seis personajes. Era difícil decantarse por el favorito y esto es gracias a la gran construcción que se realizó en torno a ellos. Rachel era la más materialista, pero en el fondo tenía un gran corazón y un carácter admirable; Joey puede que no fuese el más inteligente, sin embargo seguía sus instintos y era espontáneo; lo mismo que Mónica, con un corazón enorme y sin vergüenza a mostrar su lado más sensible; Chandler no tenía el mejor trabajo, ni la mejor relación con las mujeres (a excepción de Mónica), ni la relación perfecta con sus padres, pero enseñaba a reír por cualquier cosa y encontrar a todo el lado gracioso por desagradable que fuese el momento; Ross siempre fue un nerd y orgulloso de serlo, además de ser un padre muy responsable y jamás rendirse; Y Phoebe enseñó a muchos a divertirse con las canciones más extrañas o corriendo de una manera muy particular.
- La intro
Era perfecta para la serie, una legra en la que se retrataba de manera exacta las situaciones que iban a vivir los personajes durante las diez temporadas, destacando siempre la importancia de la amistad para sobrellevarlas.
- Con el público presente
Las risas eran reales. Si un chiste no era bueno había que enfrentarse al rechazo de la gente y mejorar en la siguiente escena. Pero, por fortuna, la mayoría de las situaciones pasaron la prueba con muy buena nota, como se pudo comprobar.
- Contaba con los mejores invitados
En cada capítulo, cuando empezaba, estaba la intriga sobre quién iba a ser la estrella invitada. Por la serie pasaron Bruce Willis haciendo de papá de una de las novias de Ross y como cita de Rachel; Christina Applegate y Reese Witherspoon, las hermanas mimadas de Rachel; Paul Rudd, como el novio perfecto de Phoebe; George Clooney de enfermero; o Brad Pitt.
- Fue y sigue siendo un icono cultural
La influencia de Friends traspasó los límites de la pantalla y se insertó como un referente cultural en muchos aspectos. De acuerdo a expertos en lingüística, en Toronto, desde la aparición de Friends el uso de SO para intensificar el adjetivo empezó a aparecer de manera muy frecuente. O el estilo de pelo de Rachel, al que querían imitar todas las mujeres.
- Transmitía esperanza
No importaba lo terrible que fuese lo que había pasado, todo siempre iba a mejorar. Desde Mónica con una buena figura después de haber sido víctima de obesidad a Phoebe, que empezó como camarera y terminó en Ralph Lauren. Sin olvidar a un Chandler que acabó casándose con su mejor amiga después de varios fracasos con otras mujeres y Ross, que después de tres divorcios se quedó con la chica de sus sueños.
