Si ya es difícil alcanzar los 100 años, qué decir de cumplir 112. Toda una hazaña a la que pueden llegar muy pocas personas, las elegidas. Es el caso de esta mujer llamada Angelina Torres Vallbona, una catalana que ha querido compartir sus secretos para ser tan longeva en una entrevista reciente en un programa radiofónico de RAC1. La “superabuela”, como ya muchos la conocen, sorprendió al decir que ha llevado un modo de vida sencillo, sin grandes privaciones y con pequeños placeres de diarios. Y uno de ellos ha sido el de comer un helado cada tarde.
Angelina reside en la actualidad en una residencia en la ciudad de Barcelona y su día a día es muy tranquilo, rodeado sobre todo del cariño. Los que la conocen destacan de ella su vitalidad mental y su buen humor, además de su pasión por los helados. Es uno de los caprichos a los que no renunció nunca, porque le encantan. En verdad, es una apasionada de la gastronomía, pero los helados se llevan gran parte del protagonismo.
Así, cada tarde y siempre que se ha podido, Angelina no ha perdonado el comerse un helado. No es que se trata de un hábito muy saludable según los expertos, pero la realidad es que era un momento que le hacía muy feliz a ella. Los helados conllevaban un momento de disfrute y sentirse bien cada día.
Angelina, que nunca ha sido muy estricta con su dieta, sí ha sido moderada siempre. Ha procurado comer de forma equilibrada, pero dejando a un lado la obsesión de controlarlo todo al detalle y privarse demasiado de los alimentos que le gustan. Su alimentación siempre ha estado basada en platos caseros y tradiciones, algo que mantiene hasta la fecha.
Una mujer siempre activa y positiva
Aunque nunca fue muy fan de la actividad física, Angelina siempre se ha mantenido activa con las tareas cotidianas. Ha estado en constante movimiento y esto parece ser otra de las claves para su excelente estado físico y mental. A todo ello, también hay que tener en cuenta la actitud positiva ante la vida como otros de los grandes pilares que sostienen su longevidad. Angelina subraya la importancia de mantener buenas relaciones personales y emocionales, disfrutando del cariño de familiares y amigos. Para ella, “la clave está en vivir tranquila y bien acompañada”.
Cuando echa la mirada hacia atrás, Angelina se siente orgullosa de haber superado todo tipo de circunstancias complicadas y de haber mantenido siempre una actitud optimista y resiliente: “No merece la pena preocuparse demasiado, al final todo pasa”. Es la reflexión de esta mujer que acumula más de un siglo de vida con todas su experiencias posibles.
Un referente de calidad de vida
Esta mujer catalana de 112 años se ha convertido en un referente de longevidad, salud y calidad de vida. Su testimonio debe servir de inspiración para muchos, mostrando que alcanzar una edad avanzada no quiere decir que se tengan que hacer grandes sacrificios. Lo que hay que mantener es el equilibrio y continuar con los pequeños placeres que dan alegría al día a día.
La historia de Angelina pone de manifiesto que el bienestar emocional y los vínculos afectivos son claves para gozar de buena salud. Estamos ante un gran ejemplo de que vivir sin excesos pero disfrutando de aquello que nos hace felices puede ser una excelente receta para esa longevidad.
A día de hoy, Angelina sigue disfrutando cada tarde de su helado, un momento especial en su rutina. Con 112 años, demuestra que la felicidad y la salud están en esos instantes cotidianos y sencillos que muchas veces pasan desapercibidos.
